mayo 24, 2013

EL NACIONAL - VIERNES 24 DE MAYO DE 2013OPINIÓN/7
 

Opinión

Televisión y violencia 

ÓSCAR LUCIEN

@olucien


¿ Cómo hacer viable la aspiración de la "construcción de una nueva televisión en Venezuela para la paz" si el sistema bolivariano de comunicación e información está diseñado desde el mismo seno del Estado para un propósito eminentemente confrontacional y autocrático? ¿De qué manera puede la televisión venezolana "desinfectar de fascismo la sociedad" si el Estado promotor de tal iniciativa desinfectadora ostenta, en su propia racionalidad, relevantes elementos del fascismo/ castrismo? Las frases entrecomilladas son tomadas de las declaraciones de Nicolás Maduro, que precedieron su airada y coercitiva convocatoria a los propietarios y directivos de las empresas televisivas Venevisión y Televen. Descontado su talante autoritario, el centro argumentativo de la iniciativa de Maduro, al convocar a los directivos de estos canales, se funda en una visión anacrónica y limitada de la acción de los medios en la vida social y del papel de las audiencias en el "consumo", disfrute y valoración de los contenidos de los medios. Pero, incluso, acreditándole algún valor a ese punto de vista, sin suficiente respaldo de evidencia empírica o investigación cualitativa, lo mínimo que podría hacer una iniciativa pública de racionalidad democrática es predicar con el ejemplo.

El gobierno a cuya cabeza se encuentra hoy Maduro, por decisión del CNE, tiene años negando los altos índices de inseguridad y las elevadas tasas de homicidios que colocan a nuestro país entre los de mayor mortalidad en el continente; los más altos responsables de los poderes públicos, renuentes a actuar sobre una garantía tan fundamental como el derecho a la vida, se han escudado en la criminalización de los medios, negando la contundente preocupación ciudadana presente en todos los sondeos de opinión, bajo el criterio de que todo es una "sensación de inseguridad" promovida desde los medios de comunicación privados. Atrapado Maduro en la terrible circunstancia de ser, también, "el gobierno anterior", hoy admite la realidad pero sigue confundido en el mismo error argumentativo y de concepción: el problema son los medios.

Tres ideas quiero puntualizar.

En primer lugar, países con una programación con altos contenidos violentos, por ejemplo Estados Unidos, Canadá, Japón, no tienen los elevados índices de asesinatos que tiene Venezuela. En Colombia, por ejemplo, país productor e inspirador de las "terribles narconovelas" que tanto preocupan al Gobierno, han logrado reducir de manera contundente la criminalidad, y hoy Caracas es una ciudad más violenta que Bogotá o Medellín. Conclusión preliminar: no hay una correlación directa entre contenidos violentos y conducta de las audiencias. Éstas son activas y creativas y leen los mensajes de acuerdo con su entorno social, familiar, formación escolar y bagaje cultural. La visión de la "aguja hipodérmica" de los medios de comunicación es insuficiente para comprender la compleja realidad de la relación usuario/medios. En resumen, presidente Maduro, asesórese antes de hablar de un tema tan complejo.

Segundo, soy favorable a la promoción de consensos, a la convocatoria de un acuerdo nacional con la participación de la escuela, organizaciones de usuarios, iglesias, gremios profesionales, la industria de la publicidad y, por supuesto, la televisión, pública y privada, para el diseño de una política pública consensuada, de racionalidad democrática, única viable en la perspectiva de "una nueva televisión para la construcción de la paz".

Por último, la gestión de la televisión pública y su estructura programática al servicio del más obsceno proselitismo descalifica de manera absoluta al Ejecutivo para toda acción orientadora en la gestión de los medios en Venezuela. Se debe predicar con el ejemplo: con la potente infraestructura del Estado no existe un solo programa que constituya una oferta "decente", alternativa, para el espectador venezolano.

Una anécdota. Como parte de un equipo de investigadores del programa "Educación para el uso creativo de la televisión" del Instituto de Investigaciones de la Comunicación de la UCV, sostuvimos entrevistas con adolescentes de comunidades educativas de zonas populares. En esos encuentros preguntamos a los niños su opinión sobre determinada serie de ostensible contenidos violentos que estaba en la programación. Nos sorprendió la respuesta inmediata de uno que levantó la mano como impulsado por un resorte: "No jombre, maestro, esa violencia me da risa. Violencia es esto". Y nos mostró su pierna enyesada. "Anoche los malandros se cayeron a tiro por mi casa y una bala atravesó el rancho. Yo estaba viendo mi televisión tranquilito".

mayo 12, 2013

Sábado 11 de Mayo de 2013 | 
TalCual



FORO POR LA VIDA

Venezuela: 5 formas de castigo a la libertad de expresión



ESPACIO PÚBLICO 


AFP
esde hace 20 años la Organización de Naciones Unidas (ONU) conmemora el 3 de mayo, el Día mundial de la libertad de prensa, para "fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática". Este año el lema de la conmemoración fue "Hablar sin riesgo: Por el ejercicio seguro de la libertad de expresión en todos los medios".

En el caso de Venezuela destacamos 5 patrones principales en los modos de reprimir la libertad de expresión, obtenidos a partir de la documentación de los casos registrados en el año 2012.

1. DESCALIFICACIÓN Y HOSTIGAMIENTO VERBAL Los medios y periodistas críticos, independientes o de oposición son sistemáticamente descalificados en las diversas plataformas de comunicación gubernamental, a través de discursos intimidantes de funcionarios, y la divulgación de aspectos de la vida privada para descalificar. Esas difamaciones configuran un patrón recurrente en muchos medios públicos, extendiéndose a las redes sociales, y ejecutándose también con mensajes de texto y de voz a teléfonos personales.

2. AGRESIONES FÍSICAS Y ATAQUES La violencia contra medios y periodistas es consecuencia de la descalificación recurrente en un contexto de polarización aguda. En el año 2012 registramos un total de 84 agresiones y ataques. Durante la cobertura electoral aumenta la probabilidad de agresiones y ataques por partidarios del oficialismo o de la oposición, según el medio de comunicación para el que trabajen los periodistas. Una característica de estos hechos es que la violencia no tiene costo para los victimarios, es decir, se vive una impunidad estructural.

3. INTIMIDACIÓN Durante el año 2012 aumentaron en un 22% las denuncias asociadas a la intimidación de los periodistas y medios. Los casos registrados incluyen desde la divulgación de los viajes e itinerarios de algunos comunicadores, hasta mecanismos de requisa extraordinaria para la cobertura de temas relativos a contaminación ambiental en Monagas o el tema hospitalario en Aragua. Uno de los casos con mayor visibilidad fue el del periodista argentino Jorge Lanata, quien fue interrogado por una hora al ingresar al país; y, a su salida, fue requisado y detenido en el aeropuerto de Maiquetía por 3 horas. Según Lanata, "fue un mensaje: te estamos mirando...".

4. CENSURA La censura visibilizada sumó 53 casos en el 2012: un 83% de aumento en comparación al 2011. Registramos desde llamadas a medios audiovisuales para que eliminen la programación a un determinado productor independiente, y visitas de "advertencia" por parte de autoridades regionales; hasta mecanismos de presión indirectos por la distribución de las pautas publicitarias. Es sin duda uno de los detonantes de la autocensura.

5. INTERNET Los ataques de crakeos con indicios de implicaciones con los órganos de inteligencia estatal aumentaron significativamente hasta alcanzar 51 casos. En algunos casos, parte de la información obtenida por estas usurpaciones, fue difundida en medios gubernamentales con el objeto de descalificar públicamente a las víctimas. Igualmente se registran casos de bloqueos arbitrarios de acceso a sitios web por parte de los proveedores de servicios de Internet.

La posibilidad de hablar sin riesgo es una tarea pendiente para la sociedad venezolana. Se debe entender que el ejercicio de este derecho incluye no ser molestado por la información que emite, y que los victimarios deben pagar algún costo por hacerlo. 

mayo 10, 2013

EL NACIONAL - VIERNES 10 DE MAYO DE 2013


¿Ventajismo mediático? 



ÓSCAR LUCIEN

@olucien



Proveniente del gobierno, parece un chiste. Pero estamos ante un tema delicado. Nicolás Maduro, presidente "mientras tanto", como suele identificarlo Henrique Capriles, denuncia el ventajismo mediático (sic) de la oposición y se escuda en ese calificativo como pretexto para su cada vez más frecuentes y abusivas cadenas presidenciales. Se queja Maduro de la ausencia de la acción de gobierno en titulares de la prensa y en las coberturas de los medios audiovisuales, al confundir el papel de la comunicación social con el de las agencias de propaganda o los departamentos de promoción institucional de la administración pública. El tema no es nuevo. Maduro no hace sino reeditar una vieja cantaleta de su difunto "padre", según la cual la popularidad del gobierno no alcanzaba cotas de 80% o 90% por la acción negativa de los medios de comunicación estigmatizados como de oposición. Maduro, en efecto, en apenas cinco meses al frente del Ejecutivo, primero como vicepresidente y ahora como presidente "mientras tanto", podría estar sobrepasando, proporcionalmente, todos los abusos de su predecesor, quien era ya récord Guinness. A pesar de la gravedad que representa esta compulsiva y cotidiana confiscación del espacio radioeléctrico público y privado, aprecio cierta condescendencia en algunos sectores de la oposición que consideran que, en virtud de sus continuas y llamativas metidas de pata, es conveniente que Maduro se cierre él mismo esa soga en la garganta.

Si bien pudiésemos acreditar algún sentido al pragmatismo político de estas posiciones, me interesa detenerme en el aspecto fundamental: las abusivas y frecuentes cadenas constituyen un atentado a fundamentales garantías de nuestra Constitución, la libertad de expresión y el derecho a la información de todos los venezolanos.

2.

Es un tópico en los estudios de Comunicación Social la aseveración de que no es noticia que un perro muerda a un hombre: tenemos un hecho noticioso cuando ocurre lo contrario. En estricto sentido, no es noticia el cumplimiento de las atribuciones y obligaciones que la Constitución establece para quien ejerce el cargo de presidente. Más aún, los medios de comunicación no pueden renunciar a su papel esencial en el escrutinio cotidiano de la acción pública, es parte de su propia naturaleza. Detengámonos, a modo ilustrativo, en lo primerísimo que manda la carta magna al presidente de la República: Cumplir y hacer cumplir la Constitución. En consecuencia, cuando los medios, por ejemplo, reseñan las inconvenientes e ilegales declaraciones y participación de altos funcionarios militares en actos partidistas, no realizan actos de descrédito a la institución militar ni participan de acciones desestabilizadoras. La Fuerza Armada Nacional, lo establece el artículo 328 de la CRBV, es una institución esencialmente profesional, sin militancia política y en el cumplimiento de sus funciones está al servicio exclusivo de la nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. Es una noticia o información de relevante interés nacional que el presidente no cumpla o haga cumplir la Constitución en esta materia. Ruego disculparme la insistencia, pero no es noticia que un perro mordió a un militar, perdón, quiero decir, que los altos mandos militares respeten la ley, sino cuando la incumplen.

3.

¿Puede hablar de ventajismo un gobierno que dispone de una potente y amplia plataforma de comunicación que no tiene ningún gobierno del planeta, incluida Cuba y Corea del Norte? ¿Puede hablar de ventajismo un gobierno cuyo partido ha confiscado todo los medios de comunicación del Estado para convertirlos en órganos proselitistas? ¿Puede hablar de ventajismo un gobierno que ha convertido todos los medios públicos en dispositivo de propaganda y de culto a la personalidad? Supongamos que los resultados electorales del pasado 14 de abril son ciertos: ¿puede hablarse de ventajismo cuando hay una absoluta invisibilidad en medios del Estado de una mitad de esa expresión política sancionada por el voto popular? Ante el sesgo aberrante del canal ANTV puede el gobierno, realmente, hablar de ventajismo sin caer en las arenas movedizas del obsceno cinismo.

El artículo 108 de la CRBV obliga al Estado a proveer a los venezolanos de un servicio público de radiotelevisión. Han pasado 14 años y nada se ha hecho en esta dirección sino todo lo contrario, degradar los medios del Estado a la propaganda, la exclusión, el descrédito de quienes piensan diferente. ¿Puede el gobierno, honestamente, hablar de ventajismo mediático?

mayo 09, 2013


SNTP rechaza atropello por parte de Dirección de Comunicación de la AN
SNTP rechaza atropello por parte de Dirección de Comunicación de la AN


Por medio de un comunicado, la Junta Directiva del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) rechazó que los periodistas venezolanos sean objeto de restricciones durante la cobertura informativa en la Asamblea Nacional y rechaza los señalamientos del director de comunicaciones del Parlamento, Ricardo Durán, en contra de la periodista Maru Morales.

Lea a continuación el comunicado completo:

La Junta Directiva del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa(SNTP) rechaza los señalamientos del director de Comunicación de la Asamblea Nacional, Ricardo Durán, en contra de la colega periodista Maru Morales, al tiempo que condena las acciones intimidatorias y de persecución que ha emprendido desde su llegada a la mencionada Dirección.

A quién pretende engañar Durán si es un hecho público, y reiteradamente denunciado, que los profesionales de la comunicación desde hace algunos años no pueden hacer una cobertura adecuada del Parlamento. A quién cree engañar Durán, si el país entero se sabe privado de una información verdaderamente libre y plural acerca de lo que lo que ocurre en este foro de debate político.

Sus decisiones han estado dirigidas a acorralar a los reporteros de los medios que tienen la responsabilidad de hacer seguimiento al Parlamento. Sus vulgares medidas han impedido la libre circulación de los periodistas dentro del Legislativo; luego, los mantuvo un tiempo sin un lugar en el que permanecer, cercano a la puerta de acceso a los diputados y; finalmente, fueron encerrados en una “sala de prensa” en la que la cobertura sólo puede hacerse por unas pantallas de televisión que transmiten las imágenes de la televisora de la Asamblea Nacional (ANTv). Más recientemente, y hay contundentes testimonios de ello, para entrar hasta la mencionada sala, los comunicadores son escoltados y hasta revisadas sus pertenecías, cuando no fotografiados.

No hay norma que justifique la restricción al libre ejercicio del periodismo y mucho menos que al derecho a la información de todos los venezolanos, consagrado en la Constitución Nacional. Es risible que Durán pretenda justificar tales atropellos en una especie de reglamento o manual de funcionamiento dentro de un recinto que es público y en el que sus integrantes están obligados a rendir cuentas del trabajo que desarrollan. Todo esto, cuando la verdad es que su práctica abusiva también ha afectado a los propios colegas periodistas de la Dirección de Comunicación, quienes –por órdenes de Durán- fueron sacados de la oficina de prensa y enviados a comisiones o dependencias en las que han visto desmejoradas sus condiciones laborales. Otros colegas se vieron obligados a solicitar su jubilación para librarse de Durán.

El SNTP le exige a Durán que respete a los colegas periodistas y emplaza a la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, y a todos los diputados, a ejercer acciones para que cese la hostilidad contra los comunicadores. No es con insultos ni abusando del aparato comunicacional que es propiedad de todos los venezolanos, como se resuelven los verdaderos problemas. No hay Parlamento en país democrático alguno donde la prensa no tenga acceso a los asambleístas, a las comisiones y menos a las reuniones plenarias. Demuestren que vivimos en democracia.
LA JUNTA DIRECTIVA
 Caracas, 09 de Mayo de 2013