mayo 22, 2015

¿El país por cárcel?

ÓSCAR LUCIEN
22 DE MAYO 2015 - 12:01 AM

1. “Tengo Venezuela por cárcel”, cuatro palabras de Teodoro Petkoff, editor del diario Tal Cual, con las cuales el reconocido político se excusaba de asistir al acto de entrega del Premio Ortega y Gasset que le confería el diario español El País. Palabras que sintetizan en buena medida el drama de muchos venezolanos como consecuencia de una justicia politizada.
El caso de Petkoff ha sido relevante por la notoriedad del personaje y por las características de un juicio político que viola el derecho humano a la libertad de expresión y al derecho a la información. En la viscosidad del pozo séptico en que se ha convertido la justicia en Venezuela, quizá pocos han reparado que sobre Petkoff, junto a la directiva de Tal Cual, pesa una orden de prohibición de salida del país y de presentación regular a los tribunales por lo expresado en un artículo de opinión por un columnista del diario. Ordinariamente, cuando alguien tiene una queja o desavenencia por alguna información que considera inexacta puede o debe tener la garantía del derecho a réplica para reparar el daño que eventualmente tal información errada pueda ocasionarle. No ocurre así en el caso de una opinión que, en última instancia, es patrimonio exclusivo, subjetivo de quien la emite. ¿Pero qué pasa si la persona que se siente agraviada parece tener el mismo poder de quien ocupa la Presidencia de la República? ¿Qué pasa si el agraviado es una persona como el capitán Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, considerado el hombre fuerte del régimen? ¿Qué pasa si ese “delito de opinión” se comete en Venezuela donde una jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia ha consagrado leyes de desacato, es decir, de excesiva protección para los funcionarios públicos?
Ocurre, entonces, lo que, trágicamente, sintetizan las palabras de Petkoff, atrapado por una prohibición de salida del país. Antes del desenlace del juicio, la jueza Bárbara César Siero impone una pena anticipada: el país por cárcel.
2. Para mayor infortunio y gravedad de la precaria situación de la libertad de expresión y el derecho a la información en nuestro país, cuando todavía no salíamos del estupor por el enconado acoso al diario Tal Cual y a su editor Teodoro Petkoff, otra jueza, María Eugenia Núñez (la referencia al género es mera constatación factual) impone igualmente una medida cautelar de prohibición de salida del país a veintidós directivos de medios y periodistas, incluido el mismo Petkoff, por una información que el demandante estima falsa o carente de pruebas. Obviamente, no es un mero detalle que la persona que se considera agraviada es, igual que en el caso anterior, el capitán Cabello, presidente de la Asamblea Nacional. En esta ocasión lo escandaloso de la medida no tiene que ver solo con la cantidad de los involucrados en la sanción, ni siquiera porque la decisión de la jueza responde fielmente a la solicitud del demandante de prohibir la salida del país a los acusados, sino porque la demanda se hace sobre un asunto sobre el que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha fallado previamente: no existe delito alguno cuando se publica una información ya publicada por un tercero. El capitán Cabello no demanda al diario español ABCni al autor de la información, quien ha expresado estar dispuesto a presentar sus pruebas ante un tribunal sobre supuestos hechos vinculados con el narcotráfico y funcionarios venezolanos. Nuevamente, la respuesta de Cabello no es buscar la aclaratoria o rectificación de los diarios El NacionalTal Cual y el portal digital La Patilla sobre un tema de tanta gravedad que involucra a un alto funcionario del gobierno, sino el de poner al país por cárcel a venezolanos que piensan diferente a él.
3. En días recientes, Alfredo Romero, directivo de la ONG Foro Penal declaró a este diario que en Venezuela hay 89 presos políticos y 2.006 personas con libertad condicional, entre ellas, 21 estudiantes; 3 dirigentes políticos reconocidos, Leopoldo López, Antonio Ledezma y Daniel Ceballos; también 8 mujeres y otras 5 personas detenidas por publicar mensajes en Twitter. En resumen, el cerco rojo a la libertad de expresión y al derecho a la información se ha recrudecido bajo el régimen de Cabello y Maduro.
¿Permitiremos los venezolanos que el país se nos convierta en una silenciosa cárcel para todos?

http://www.el-nacional.com/oscar_lucien/pais-carcel_0_632336886.html

mayo 17, 2015

Siete Días

Leonardo Padrón 
Sin voz 



LEONARDO PADRÓN LEOPADRON7@GMAIL.COM @LEONARDO_PADRON 
leopadron7@gmail.com @leonardo_padron 



S  usy sale sola. En realidad, no sé quién es Susy y no me importa su vida afectiva. Pero esa es la frase que la foniatra me pide que repita varias veces mientras ausculta mi garganta con un telelaringoscopio. Insistir en que Susy sale sola es una manera de verificar si el velo del paladar se contrae y eleva suficientemente contra la pared faríngea. Trato de pensar en la soledad de Susy mientras la otorrino (trabaja en equipo con la foniatra) introduce en mis fosas nasales un intimidante aparato llamado nasofaringolariscopio. (Esa palabra, nombrarla, también debería servir para probar algo en la vida). Me siento invadido. Pero esta vez es imprescindible. Perdí la voz. Y me la están buscando.

*** 

La noche anterior, en una presentación en Valencia, me quedé afónico en la segunda frase que pronuncié ante un auditorio lleno de gente. Tuve que urgir a la actriz Tania Sarabia para que anticipara su entrada al escenario. Regresé a la tarima veinte minutos después y fue inútil. La voz se me deshilachaba a medida que atravesaba las cuerdas vocales.

El público, en estos casos, suele ser generoso y te regala un aplauso que sirve como ungüento para aliviar la frustración. Pero igual no tuve más opción que replegarme el resto de la noche en un silencio ominoso. Hay una sensación de espanto cuando quieres expresarte y no puedes. Cuando cada intento de sílaba se estrella contra el silencio. Tus opiniones y pensamientos se convierten en un muro blanco.

El silencio es blanco. ¿O negro?

*** 

Casualmente, ese mismo día, dos periodistas de El Carabobeño que habían ido a entrevistarnos al hotel, cargaban en una cartulina la angustia de su inminente afonía. Allí habían escrito #YoSoyCarabobeño y nos inquirieron por una foto al lado de esa proclama.

Los periodistas estaban en campaña. El periódico había entrado de nuevo en el quirófano de las emergencias. Una vez más sin papel. Las bobinas agonizando. Lo que queda alcanza sólo para un mes de vida. Trescientos trabajadores están en riesgo de perder su trabajo.

El Carabobeño, uno de los periódicos más importantes de la región central, tiene un defecto: es independiente.

Desde hace más de ochenta años está acostumbrado a manejar su propia línea editorial.

Nació en dictadura y desde entonces cuestiona al gobierno de turno cuando siente que debe hacerlo. Sus periodistas procuran hacer su trabajo normalmente.

Pero, en este país, querer ser normales es un riesgo extremo, un pecado mortal. Tener voz propia es un delito. El régimen así lo ha decidido. A los medios de comunicación independientes les tuerce el cuello, les niega divisas, les obstruye el acceso al papel, les quita publicidad, los multa, los amenaza. Los más dúctiles y temerosos se aprestan a la autocensura.

Abren sus piernas y cierran los ojos. Otros, prefieren vender hasta los enchufes y mutan en otro negocio.

La afonía, quién lo duda, se expande como vértigo a lo largo y ancho del país.

Lugar sin voz.



***

Dos días después, el lunes 11 de mayo, El Impulso –un periódico centenario, emblema del estado Lara– publica un editorial donde anuncia que reducirá su edición a un solo cuerpo de ocho exiguas páginas. El editorial advierte que “mientras la prensa independiente vive con un pie en el abismo, los medios oficialistas circulan sin apremios ni recortes”.

Semanas atrás, en un acto de arrojo, el Diario Tal Cual, resucitó con un semanario que promete ser imprescindible y con un editorial histórico contra su verdugo, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. El hombre del mazo, a su vez, logra que se le prohíba la salida del país a 22 directivos de los tres medios de comunicación nacionales que osaron replicar una noticia aparecida en un diario español.

No se muevan. Están en la mira.

Mientras tanto, pranes, luceros, sicarios, malandros y otras variantes circulan por nuestras calles, con sus caballos de hierro y sus armas en ristre, matando gente como en una mala película de vaqueros con exceso de sangre.

De hecho, si de verdad Susy sale sola, Susy está loca de bolas.



***

Jengibre no sirve del todo. Ni clara de huevo. Miel no es suficiente. El ron es solo un mito. Además irrita.

Evite el desfile de remedios caseros. Cuide su voz.

En estos tiempos, es un acto de dignidad preservarla.



***

En apenas dos días viajo de Caracas a Valencia y luego a Maracaibo. Un intensivo de país que te restriega el catálogo de sus precariedades.

La Autopista Regional del Centro sigue incrementando su reputación de guillotina.

Choques y lesionados es parte del menú diario.

Te detienes en algún tarantín del camino.

La dueña, cocinándose bajo un calor bochornoso, sin aire acondicionado y sin agua para vender, relata los tres atracos sufridos en el mes. Ya el establecimiento es otro, mucho más precario, gracias a los sucesivos desfalcos. Está al borde de la carretera, pero rodeada de vecinos. Todos saben quién la ha robado. Todos callan. El miedo los vuelve afónicos.



***

Regreso a Caracas. Antes de viajar a Maracaibo, busco mi voz en el consultorio de una especialista en San Bernardino. Entre otras prudencias, me receta un antialérgico para mi ya diagnosticada laringitis viral. En dos horas debo estar en el aeropuerto. Comienza la búsqueda frenética: corro a la farmacia Cajigal, nada; señor, dos cuadras más allá hay un Farmatodo; cola y escasez me sacan del sitio; vaya a Parque Caracas, ahí hay un Locatel; fracaso, vuelta a otro Farmatodo; de nuevo el gentío, la cola serpenteante, la mezcla de hartazgo y humillación en los rostros; la vendedora que te dice no hay y agrega: “sí, todo es muy triste”.

Sin voz no puedo ni protestar. Me resigno a viajar sin el remedio. Esa es otra forma de represión, pienso.

Está censurada la salud de los venezolanos.



***

Ya en el aeropuerto, voy a la sala de embarque. Hay dos colas. Una, la oficial. Otra, la de los que se paran, así como al descuido, cerca de la puerta de acceso al túnel que te lleva al avión. Esos, una vez activado el embarque, se van infiltrando, graneaditos, de dos en uno, de tres en cuatro. Somos tan avispados. Tan pícaros.

Tan que creemos que nos la estamos comiendo.

Mientras mi cola se tarda más de lo debido veo una imagen extraña: el avión estacionado y una robusta mujer que asoma por la ventana del piloto. Parece a punto de caer. No lo hace porque está atascada en un conflicto entre su abdomen y el estrecho agujero.

Mientras, limpia con un cepillo las otras ventanas del avión. Les echa agua con una botella grande de Minalba. El agua que no hay en el restaurant del aeropuerto.

Ruego por la pulcritud del resultado. Que el piloto pueda luego avistar zamuros, tormentas y balizaje.

Alguien graba la escena con su celular. Otros ríen. Todo suena tan precario. Tan bananero.



*** 

Aterrizo en Maracaibo. El aeropuerto es una estufa gigante. Pareciera faltar muy poco para el hervor de todo lo circundante. Un policía me confiesa: “Tenemos ya 9 meses sin aire acondicionado. Una desgracia”.

El mal humor se hace expansivo. La gente apenas se mueve para no terminar de deshidratarse.

Una modorra mortal cubre los pasillos sin ventilación. Un maracucho hace un chiste a propósito de la instrucción del ministro de Energía Eléctrica de ahorrar energía.

Allí alguien tomó la medida 36 semanas atrás.

Ya en la ciudad, toda esa gente que no tiene voz pública comparte con ansiedad los avatares de este extraño país.

Hablan, por ejemplo, del acuciante problema del contrabando de gasolina.

Allí parece haber consenso. No hay quien no exprese que los verdaderos gerentes del bachaqueo de gasolina son los propios militares. Confirman que el negocio es multimillonario y hay muchas conciencias compradas en el camino. Mientras escucho el relato llego a una Maracaibo atiborrada de vallas con el rostro del gobernador Arias Cárdenas. La réplica exasperante de su imagen. Otra de las turbias herencias del “Venezolano-Más-ImportanteDe-Los-Últimos-Cien-Años”. El culto al ego.

Sin palabras.



***

A la periodista deportiva Geisha Torres la despidieron de su trabajo en el canal oficial TVES por una foto tomada con Henrique Capriles muchos años atrás. La persecución política viene con retroactivo.

Tu pasado importa y no se perdona. La dejaron sin voz a los tres días de haber comenzado su trabajo. La periodista muestra otra foto de la misma época, esta vez con el presidente del canal, otrora animador de exótico vestuario, para demostrar la versatilidad ideológica de sus fotos.

No funciona. Estás despedida. Sin micrófono.

La voz apagada.



*** 

Hoy aún me duele hablar. Las vocales me arañan la garganta. He sido conminado a no hacerlo durante largas horas. Juego a imaginar si la orden se hiciera extensiva a una semana, dos meses, tres años, la vida. Me da por pensar en RCTV, en tantas emisoras de radio extinguidas, en tantos periódicos y portales web borrados, en el sinfín de periodistas expulsados, en los que han tenido que emigrar o cambiar de ramo. Pienso en la afonía masiva que pretenden. En las consecuencias que trae en este país cada frase crítica que se descuelga de nuestros labios. En los líderes políticos que ya no tienen vitrina donde expresar sus propuestas. En la cárcel, que es otra forma de afonía. En los que ya están tan lejos que no se les oye la voz. En la gigantesca mordaza que nos va cubriendo.

El país mudo. Eso necesitan. Que no se escuche la queja, el reclamo, el hastío. Que sólo suene la voz oficial a través de una cadena que a su vez estrangula a las demás gargantas.

También pienso en esa voz tajante y multitudinaria que es el voto. La mejor opción contra la afonía. Mejor que el jengibre y la miel. Mejor que ese muro blanco, ¿o negro?, que es el silencio. El único antibiótico posible contra la epidemia de la sumisión.


EL NACIONAL - DOMINGO 17 DE MAYO DE 2015

mayo 13, 2015

Imponen prohibición de salida del país a 22 directivos de medios

El presidente-editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero/ EFE
El presidente-editor de El Nacional, Miguel Henrique Otero/ EFE
Los representantes de El Nacional, La Patilla y Tal Cual deberán presentarse ante el tribunal semanalmente
La jueza 12ª de juicio, María Eugenia Núñez, impuso prohibición de salida del país a 22 directivos de El NacionalLa Patilla y Tal Cual, acusados de difamación agravada continuada por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
Como lo pidió Cabello el 23 de abril de 2015, cuando interpuso su acusación, la jueza Núñez también acordó que los 22 acusados deben presentarse una vez a la semana ante el tribunal.
La información trascendió extraoficialmente, pues los afectados no han sido formalmente notificados. También extraoficialmente se supo que el presidente de la Asamblea Nacional ratificó su acusación el 28 de abril y que el tribunal la admitió el 5 de mayo.
La acción judicial de Cabello se fundamenta en la reproducción en El Nacional, La Patilla y Tal Cual (entre otros muchos medios de comunicación nacionales y extranjeros) de la información publicada por el diario español ABC, a partir de los señalamientos de Leamsy Salazar, ex jefe de seguridad del presidente de la Asamblea Nacional. Salazar acusó a Cabello de estar involucrado en el tráfico internacional de drogas, específicamente de ser uno de los líderes del llamado Cartel de los Soles. La noticia publicada en ABC el 25 de enero de 2015 fue suscrita por el corresponsal en Washington Emili J. Blasco, y avalada por el director Bieto Rubido. 
En la querella interpuesta por el presidente de la Asamblea Nacional se alega  que “desde el día 27 de enero de 2015 han venido en forma sistemática y progresiva apareciendo múltiples informaciones en El NacionalTal Cual y La Patilla, de los que desprendemos el grave perjuicio que estos medios han generado sobre nuestro representado, su reputación y honor”.
La Corte Interamericana de derechos Humanos, al sentenciar el caso Mauricio Herrera Ulloa vs Costa Rica, el 2 de julio de 2004, reivindicó la doctrina del reporte fiel, según la cual no incurre en delito el que reproduce información de terceros.
Después de admitida la demanda, que en este caso habría ocurrido el 5 de mayo, cada uno de  los 22 acusados por Cabello debía ser citado personalmente por el tribunal, cosa que no habría sucedido. El presupuesto de validez de todo juicio, de cualquier naturaleza, es la citación, pues de lo contrario se trataría de un proceso a espaldas de los afectados, lo cual implica una violación del debido proceso.
En el escrito acusatorio suscrito por Cabello se argumenta que la prohibición de salida del país y la presentación periódica ante el tribunal de la causa obedece a “presunciones razonables” de peligro de fuga y de obstaculización de la justicia, conforme a lo establecido en los artículos 237 y 238 del Código Orgánico Procesal Penal.
Los señalados en la demanda de Cabello y afectados por las medidas impuestas por la jueza Núñez son: Miguel Henrique Otero, Mariana Otero, Argenis Rafael Martínez Mota, José Simón Elarba Haddad, Oswaldo Karam Macía, Luis Carlos Serra Carmona, Juan Andrés Wallis Brandt, Omar José Delgado Lugo, Jorge Papatzikos Gianopulos, Vivianne de Lourdes Font Fernández, Ramón José Medina Simancas, Beatriz Cecilia De Majo de Algisi, Carmen Elena Macía Fortique, Leopoldo Eduardo López Mendoza, Teodoro Petkoff Malec, Juan Antonio Rafael Golia Amodio, Francisco Layrisse, Manuel Antonio Puyana Santander, Alberto Federico Ravell Arreaza, Isabel Cristina Ravell Nolck y David Alberto Morán Bohórquez. 
El curso de la querella
Con la legitimidad que le da ser uno de los acusados, Manuel Antonio Puyana Santander se encargó personalmente de seguirle el curso a la demanda de Diosdado Cabello.
“El mismo 25 de abril, el caso fue remitido al Tribunal 12° de Juicio. Desde entonces, todas las semanas me apersoné al juzgado para revisar el contenido de la querella. El 29 de abril me entrevisté con la jueza y la secretaria. Me dijeron que no podía ver el expediente hasta que la demanda fuese ratificada por Cabello. Y hasta el 4 de mayo insistieron en que debía esperar por la ratificación. ‘Eso es así y punto’, me señalaron ante tanta insistencia de mi parte”.
Puyana informó que el 11 de mayo se enteró de que en el expediente consta que la ratificación se formalizó el 28 de abril y que, el mismo 5 de mayo, cuando se admitió la demanda, la jueza había decretado la prohibición de salida del país y la presentación periódica ante el tribunal contra los 22 acusados.
“Yo me di por notificado porque me presenté al tribunal, e incluso solicité que me asignaran un defensor público, pues nadie quiere incumplir la voluntad del acusador”, dijo Puyana.

mayo 09, 2015

Expresión Libre: Discriminación con el papel periódico saca de juego a diarios de varios estados

Fecha: 08-05-2015 05:53 PM 
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Comunicado de Expresión Libre  /  Informe abril 2015
La entrega en forma discriminatoria de papel a medios privados y la escalada de los  precios que éstos deben pagar por otros insumos importados profundizó durante el mes de abril la crisis de varios diarios venezolanos: Notidiario, de Delta Amacuro, cesó en su publicación impresa; El Carabobeño, de Valencia, que ya había pasado a tamaño tabloide, alarga su cierre usando el papel que estaba destinado para su revista; El Siglo, de Maracay, Estado Aragua, anunció que sus reservas de papel están exhaustas y El Nacional sigue confrontando enormes problemas para mantener su edición impresa.
Antes, El Correo del Caroní pasó a tamaño tabloide y a limitar su circulación de lunes a viernes, mientras que Tal Cual se convirtió en semanario. Todos laboran en críticas condiciones por no tener acceso al papel que importa el Estado a través de la monopólica Corporación Maneiro con divisas preferenciales.
Esta señalada discriminación es la que hace posible que un periódico de formato estándar, como El Universal, tradicional e histórico competidor de El Nacional, pueda venderse a la mitad de precio que el segundo, lo cual se traduce en una competencia desleal sobre la base del apoyo gubernamental.
De igual manera, los diarios oficialistas como Correo del Orinoco, Ciudad Caracas y sus versiones para otras regiones, exhiben ediciones sin merma en su paginación y, lo que resulta una afrenta para el agonizante periodismo libre, distribuidos gratuitamente o al irrisorio precio de dos bolívares.
Nuevos casos de censura expresa se dieron en diarios capitalinos, como El Universal, y se mantiene una alta frecuencia de agresiones a reporteros durante el ejercicio de su labor en la búsqueda de noticias, llegándose al extremo que la sola presencia de un periodista lo hace merecedor de insultos y escupitajos por partidarios del gobierno, como ocurrió con el reportero de Venevisión y Unión Radio, Gustavo Gómez Morón, frente a la sede de Cubana de Aviación.
La crisis económica sigue arreciando con una severa caída de la producción y por tanto de la publicidad que proviene del sector privado, mientras la todavía cuantiosa pauta publicitaria del gobierno es repartida de manera inequitativa: abundante para quienes se someten a los dictados del Ejecutivo y virtualmente inexistente para los medios críticos.  
La crisis económica puede terminar por afectar también la enorme y costosa estructura mediática del gobierno, pues circulan informaciones, no desmentidas por el sector oficial, de un retraso de pagos en el exterior por parte de la Corporación Maneiro, que tiene a su cargo la importación de los insumos para la prensa nacional.
En abril se dieron nuevos casos de despidos por retaliaciones políticas o empresariales y algunos reporteros vieron obstaculizadas su labor de informar sobre casos de ineficiencia y/o corrupción imputable al Ejecutivo Nacional.
También resulta digna de mención la nueva demanda por difamación introducida por el presidente de la Asamblea Nacional,  Diosdado Cabello, contra 22 personas que forman parte, por separado, de las directivas de los medios El Nacional, Tal Cual y La Patilla.
Se dio un nuevo caso de detención de voceros gremiales que emitieron opiniones sobre la crisis en el sector de los servicios, como fue el caso del ingeniero Luis Vásquez Corro, del Estado Lara, quien alertó sobre la posible profundización de la crisis eléctrica a causa del fenómeno natural de El Niño. Fue detenido sin miramientos por una comisión del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN).
Y en el contexto de las campañas para las primarias para elegir candidatos a diputados, el pasado 30 de abril la policía bolivariana y la guardia nacional impidieron la realización de un acto de un precandidato de la oposición en el estado Anzoátegui, agrediendo, golpeando y deteniendo a siete personas entre ellas al periodista Luis Córdoba.
Los casos recopilados por Expresión Libre durante el mes de abril son los siguientes:
Una nota de la periodista Delia Meneses sobre la quema, en la parroquia Candelaria, de un Judas alegórico a personeros del gobierno, fue censurada el 5 de abril en el diario El Universal.
El 7 de abril el periódico Notidiario, del Delta Amacuro, anunció que dejaba de circular por falta de papel y la crisis económica. Permaneció en su versión digital.
El 8 de abril el  gobernador del estado Lara, Henri Falcón, respondió de manera airada una pregunta que le formulara el  periodista  Ramón Véliz,  sobre las elecciones primarias en esa región.  Al día siguiente el gobernador reconoció su error y le dio excusas públicas al periodista.
El 13 de abril al periodista Gustavo Gómez Morón,  reportero de Venevisión y Unión Radio, le escupieron en la cara cuando intentaba dar cobertura a la suspensión de venta de boletos en bolívares por parte de Cubana de Aviación. Recibía declaraciones de los afectados al frente de la empresa.
El 14 de abril la periodista Eliana Andrade moderadora por cinco años del programa de opinión “Polos Encontrados” de la televisora TVS, del estado Aragua, fue despedida en forma intempestiva. Aparentemente fue por comentarios subidos de tono en su facebook personal, al rechazar el cambio en las políticas del gobierno para la adquisición de divisas. La periodista admitió que sus comentarios fueron “impropios”. La decisión partió del gobierno regional del Estado Aragua.  Luego recibió mensajes agresivos por parte de funcionarios de ese estado.
El 15 de abril el Grupo Ultimas Noticias despidió al periodista Jesús Hurtado, directivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), a quien le había abierto una solicitud de calificación de despidos por textos publicado en su página de facebook en protesta por la política informativa del diario.  El organismo sindical rechazó el despido por considerarlo ilegal y violatorio del fuero sindical.    
El 16 de abril el diario El Carabobeño inició una serie de vigilias como medida de reclamo a la entrega de papel por parte del gobierno nacional.  Anunció que le quedaba una semana de papel para  su circulación, está usando el papel de su revista para aguantar un poco más.
El 16 abril  se informó que la Corporación Maneiro, que recibe papel en forma monopólica y luego suministra a medios oficialistas y privados, tiene una deuda internacional por no haber cancelado a sus proveedores durante ocho meses.
La periodista Madelyn Palmar y el diputado Julio Montoya fueron retenidos el 16 de abril por efectivos militares cuando efectuaban una grabación sobre la situación que viven habitantes de la Ciudad Comunal El Laberinto,  sector El diluvio, del Estado Zulia. Allí permanece en estado de abandono un  proyecto de “desarrollo agrícola socialista” que recibió una inversión millonaria y que debía ser  entregado en el 2010. Costosa maquinaria pesada está deteriorándose. Les quitaron parte del material a los periodistas y el teniente que les impidió seguir grabando y amenazó con llevarse detenida a la periodista, anunció que "le entregaremos esto al diputado Diosdado Cabello".
El delito de opinión se sigue aplicando. El Ingeniero Electricista Luis Vásquez Corro, miembro de la Comisión Eléctrica Nacional del Colegio de Ingenieros de Venezuela,  fue detenido el 19 de abril por una comisión del SEBIN tras declarar que por efectos del fenómeno El Niño era muy probable que el servicio eléctrico nacional y en especial el del Estado Lara entrara en una crisis mayor.  El Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV), al solidarizarse con Vásquez, recordó que la Ley de Ejercicio de la ingeniería le da al CIV Ley de Ejercicio, como Cuerpo Moral de carácter Público (art. 21) que tendrá como fines principales (art. 22) "servir de Guardián del Interés Público y actuar como Asesor del Estado en los asuntos de su competencia”.
El 23 de abril el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, introdujo una demanda por difamación contra directivos de los diarios El Nacional y Tal Cual y el diario digital La Patilla, publicaciones que se hicieron eco de las graves acusaciones que su ex colaborador Leamsy Salazar hizo desde el exterior. En total fueron 22 las personas demandadas por Cabello por ante el Juzgado de Primera Instancia en lo Penal de Caracas.
La dirigente política María Corina Machado denunció que una entrevista que tenía pautada en  la televisora A1TV del Estado Falcón fue suspendida por instrucciones del gobierno regional. “El periodista llamó a cancelar, hay órdenes "superiores" de no darme espacio”, dijo en su cuenta tuiter el 26 de abril. En la zona se dice que la amenaza que viene del gobierno local es quitarles la señal a radioemisoras y televisoras.
El 27 de abril la periodista Geisha Torres, con 15 años de carrera en la fuente deportiva, fue contratada y despedida por el canal del Estado TVES en una semana por presiones políticas.  La causa aparente es que una foto tomada hace siete años con el dirigente opositor Henrique Capriles durante un evento deportivo fue difundida por las redes sociales. La empresa argumentó que no tenía presupuesto.
Los periodistas Dayimar Ayala, del diario “2001”, y Hernán Lugo, de El Nacional, fueron insultados durante un acto en el Teatro Municipal porque se mantuvieron sentados mientras se cantaba el himno del PSUV. Sucedió el 28 de abril.
El 30 de abril, mientras se preparaba la tarima para un acto del precandidato de la Unidad en Anzoátegui Jesús Gómez, que tenía todos los permisos de la alcaldía, se presentaron funcionarios de la policía bolivariana y la guardia nacional y arremetieron contra los que estaban en el lugar para impedir que se realizara el evento y se llevaron presos a siete personas entre ellas al periodista Luis Córdoba, a quien tiraron al piso y le rompieron la cámara fotográfica y su celular. Está comprobado que en época de elecciones se incrementan las agresiones a periodistas y medios de comunicación.
Al igual que como ha venido ocurriendo con otros diarios regionales, el periódico El Siglo, uno de los más importantes del Estado Aragua, anunció que se le agotaban las reservas de papel. Mostró fotos de sus patios de bobinas completamente vacíos. Ante esta delicada situación, la Seccional del Colegio Nacional de Periodistas del Estado Aragua exigió del gobierno nacional garantizar que la materia prima e insumos lleguen hasta los medios de comunicación para asegurar con ello la permanencia de las empresas editoras como vehículo para la libertad de expresión. Agregó la representación del CNP-Aragua que la presión económica sobre los medios y las limitaciones para la adquisición de papel, son mecanismos perversos para controlar la información y cerrar espacios que permitan la denuncia y abran el compás a la pluralidad y la disidencia.

06-05-2015

mayo 08, 2015

El periodismo, un protagonista incómodo

Marcelino Bisbal
El Nacional, 8 DE MAYO 2015

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Es garantía de salud democrática el poder contar con unos medios de comunicación que puedan moverse libremente, sin presiones de los poderes públicos, incluso del poder económico, que además tengan la posibilidad de recibir, recabar y difundir información sin que las presiones del gobierno influyan en esa tarea. Estos principios no se pueden ejercer a plenitud en la Venezuela de hoy. Es más, cada día se les hace más difícil a los periodistas poder llevar a cabo su ejercicio profesional sin correr riesgos, o bien por el abuso de la fuerza pública, o por la aplicación discrecional de todo un conjunto de leyes que restringen la posibilidad de investigar, interpretar y difundir información que no sea políticamente correcta para el gobierno.
Desde hace dieciséis años el gobierno ha venido ejerciendo presiones legales que generan evidentes mecanismos de censura y autocensura, que han limitado el acceso a la información pública. El gobierno ha usado un lenguaje que discrimina a los medios y sus periodistas como nocivos para el proceso-régimen, además ha impuesto agendas de prioridades periodísticas sobre las cuales se puede o no se puede informar/opinar…
Este es el contexto en el que se mueve el ejercicio del periodismo. La atmósfera del país hace un buen rato que está enrarecida­ –cada vez más– y los límites que se le van imponiendo a los medios influyen en su funcionamiento libre para la construcción de la información. Bill Kovach, que fue periodista en The New York Times, decía hace unos años que “el periodismo y la democracia crecieron juntos. Ellos crecerán y prosperarán, o morirán juntos”.
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Una revisión analítica de la conducción del gobierno en materia comunicacional nos demuestra que estamos en presencia de un aumento significativo, año tras año, de violaciones de la libertad de expresión e información. Se diría que hay una sistematicidad de las violaciones en la medida que el gobierno se manifiesta más autocrático. En este sentido, según refiere un informe de la asociación civil Espacio Público, 2014 fue el peor de los últimos 20 años para la libertad de expresión en el país. En ese año se produjeron 580 violaciones, frente a los 220 casos reportados en 2013 y los 169 en 2012. Los casos más emblemáticos tienen que ver con agresiones e intimidación a los periodistas y reporteros gráficos y luego vienen los hechos de censura y autocensura. Es bueno resaltar, desde nuestra perspectiva, que esta cifra coincide no solo con la llegada de Nicolás Maduro a la presidencia, sino también con los eventos del 12-F. 
La organización estadounidense Freedom House nos dice en su informe de 2013 que Venezuela está entre los países de América Latina sin prensa libre. Apunta que el presidente Nicolás Maduro continuó los esfuerzos de su predecesor (Hugo Chávez) para controlar la prensa y demás medios de comunicación. La puntuación de Venezuela disminuyó –en 2013 pasó de 76 a 78 puntos, lo que la coloca junto con Suazilandia en el puesto 171 entre 197 países evaluados.  La misma organización, en su informe para 2014, expresa que en nuestro país ha habido un aumento en las agresiones contra periodistas locales y extranjeros, falta de transparencia sobre las ventas de medios importantes y dificultades para obtener papel periódico, exacerbadas por las políticas económicas aplicadas por el gobierno.
El investigador Antonio Pasquali nos apunta en relación con las cifras que demuestran cuánto se está violentando la libertad de comunicar que “estos indicadores tienen la preciosa característica no solo de confirmar la sistematicidad de las violaciones de la libre comunicación, sino de revelarnos a la vez cuánto de democracia se nos va en cada una de ellas”.
En Venezuela existen tres instituciones que son organizaciones no gubernamentales –Espacio Público, Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) y el Programa Venezolano de Educación en Derechos Humanos (Provea)– que se han dedicado de manera minuciosa a diagnosticar el estado de la libertad de expresión en nuestro país y por supuesto han abarcado lo que se ha dado en llamar la “era de Chávez” y ahora lo que llevamos de gobierno de Nicolás Maduro. Estos diagnósticos apuntan que el cerco a la libertad de expresión no se reduce solamente a la censura directa de un medio, o a la detención arbitraria de los profesionales del periodismo, sino que también existen otras maneras de afectar el derecho a esa libertad cívica. Estos caminos van desde la intimidación, hostigamiento judicial, restricciones administrativas,… que limitan en grado importante el ejercicio de la libertad de expresión y de información en nuestro país.
A lo largo de los dieciséis años del llamado socialismo del siglo XXI se ha podido detectar la presencia de variadas formas de contención y de confrontación contra los medios de comunicación, que provienen del gobierno o que son alentados desde esferas gubernamentales. Un repertorio generalista, que ha venido amenazando el libre ejercicio de la labor informativa en Venezuela durante todos estos años, nos da cuenta de la presencia de gobiernos –primero el de Hugo Chávez Frías y ahora el de Nicolás Maduro– que no tenían en su agenda la idea de una comunicación social más libre y plural, sino todo lo contrario.
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Todos los años, en el mes de mayo, se celebra en casi todo el planeta el Día Mundial de la Libertad de Prensa. El 3 de mayo del año 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclama la tesis de que se debe reconocer una prensa libre, pluralista e independiente como el componente esencial de toda sociedad democrática y un derecho humano fundamental. Para este año 2015 tres son los temas que se han propuesto  para celebrar, debatir, pensar y actuar en relación con el Día Mundial de la Libertad de Prensa:
-El periodismo libre e independiente y la información de calidad, en el contexto de la era digital. Este tema abarca las consecuencias de la concentración mediática para la función de los medios de comunicación, las cuestiones de la autorregulación, los retos al periodismo de investigación, la incitación al odio y la alfabetización informacional y mediática.
-Las cuestiones relativas a la participación de las mujeres en la dirección de los medios de comunicación y en los procesos de adopción de decisiones, así como la representación de la mujer en los medios de comunicación.
-La seguridad de los periodistas, incluso en las zonas críticas, y la protección de las fuentes de los periodistas contra la difusión digital.
Mientras se anuncian esos tres temas de gran significación y reto para el periodismo de estos tiempos, en Venezuela estamos inmersos en un declive de los medios críticos e independientes. Tenemos un gobierno con poca imaginación para los asuntos públicos, en especial para el manejo de la economía que repite y aplica los mismos métodos del marxismo más rancio, pero que no improvisa en el tema de las comunicaciones. Allí nada se deja al azar.
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No es posible en Venezuela plantearse los temas que se proclaman desde las Naciones Unidas para este año sin abordar y advertir lo que está sucediendo con el control de la libertad de comunicar y con la idea de control social que el gobierno quiere instaurar en todos los espacios de la vida pública. El periodismo es un protagonista incómodo pues desde allí se evidencia hacia dónde se nos quiere conducir.
Quisiera citar uno de los apartes del artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos que dice: “No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones”. Todos esos mecanismos de restricción de medios y de información están puestos en práctica como nunca antes lo habíamos visto.
El des-orden reina en todo el país y la cultura del autoritarismo se ha ido imponiendo poco a poco, porque “la cultura es, sobre todo, un modo de existir cotidianamente”. La suerte del país se jugará en la cultura de la unidad y esta se vuelve a poner en práctica ahora con las elecciones parlamentarias que se aproximan. Desde allí, saliendo todos a participar, quizás estemos a las puertas de ingresar en un cambio, el de un tránsito hacia unas comunicaciones democráticas. Las cosas empiezan a moverse en la dimensión de que el cambio sí es posible. Sí se puede derrotar el des-orden.
http://www.el-nacional.com/marcelino_bisbal/periodismo-protagonista-incomodo_0_623937692.html

mayo 03, 2015

"2014 fue de los peores años para la prensa en América Latina”

El relator para la Libertad de Expresión de la CIDH, Edison Lanza, conversa con EL PAÍS con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa

Para Edison Lanza, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el organismo que vigila los derechos humanos en las Américas, este es un continente que, en materia de libertad de expresión “funciona a dos velocidades”. Por un lado, está el grupo de países —la mayoría, en opinión de Lanza— donde el respeto a este derecho se cumple ampliamente. Pero hay otros, lamenta, en los que este garante de la democracia es atacado, ya sea desde las instituciones o por la violencia de grupos criminales que han provocado que 2014 sea uno de los peores para la prensa de la última década.
Pregunta. ¿Qué es lo que más le preocupa sobre la libertad de expresión en las Américas?
Respuesta. El aumento de la violencia contra periodistas y comunicadores. 2014 fue un año gravísimo, tal vez uno de los peores de la última década, con 25 asesinatos de periodistas y comunicadores y más de 400 agresiones de distintos tipos y amenazas. México está a la cabeza con al menos ocho asesinatos, y luego Guatemala, Honduras, Brasil y Paraguay con entre tres y cuatro asesinatos cada uno. El otro fenómeno en aumento es el uso de figuras penales para sancionar y perseguir tanto opiniones críticas como información de interés público, con lo que se van reduciendo los espacios de control social, de crítica pública y discusión. El último caso es la denuncia penal que presentó [el presidente de la Asamblea Nacional] Diosdado Cabello contra periodistas y directivos de varios medios en Venezuela por reproducir un artículo que lo aludía publicado originalmente en el diario ABC. Hay casos también en Guatemala, Honduras y en Brasil, también está Ecuador.
P. La Relatoría surgió por la convicción en muchos países que salían de procesos dictatoriales de que la libertad de expresión es un garante de otros derechos fundamentales. ¿Se les está olvidando este compromiso?
R. Debería renovarse. No son todos, pero hay una parte importante de los países que, o no quieren hablar de este tema o directamente empiezan a avanzar con regulaciones que van cercando la libertad de expresión y la van arrinconando. Y se va naturalizando esta situación y, muchas veces, en los ámbitos multilaterales, para que el tema no sea un elemento de discordia, se va evitando. Hay una necesidad de que el hemisferio tenga una mirada común sobre temas de democracia y derechos humanos y en particular de libertad expresión, de volver a valorarla como un elemento constitutivo esencial.
P. La Relatoría se ha manifestado a menudo preocupada por fenómenos de censura en la región. ¿Sigue estándolo?
R. Hay un nuevo fenómeno de censura indirecta en América Latina: son empresarios que adquieren medios de comunicación en todo el continente. Su práctica es cambiar la línea editorial de los medios que compran y ponerla al servicio de los Gobiernos, y por tanto eso es un ejercicio de una suerte de censura donde hay una connivencia entre el sector privado y el público. Del mismo modo, en Venezuela la sociedad civil trajo pruebas a la CIDH de que los principales diarios han sido adquiridos por grupos empresariales privados de los que no se sabe quiénes son y quiénes están detrás. Y que al poco de comprarlos, lo que han hecho es cambiar la línea editorial y empezar a ejercer la censura internamente al interior de los medios. Son formas que no se puede decir que sean atribuibles a la libertad de mercado; son formas de ejercer la censura de una manera creativa, o de ejercer presión sobre los periodistas de una manera creativa.
P. ¿En qué se diferencia este fenómeno de la concentración clásica de medios?
R. Cinco o diez años atrás, esto no era un fenómeno extendido. Las casas periodísticas eran tradicionales, tenían sus líneas editoriales con las que se puede estar o no de acuerdo. Sí, tenemos todavía un problema de concentración de medios en manos de algunos grupos específicos en muchos de nuestros países, pero sabíamos quiénes eran y quiénes son. Pero hoy el fenómeno es una falta de transparencia y opacidad en la propiedad de medios de comunicación que además va acompañado de un cambio de línea editorial y, muchas veces, de represión hacia el interior de los medios. Por tanto, creo que ya no es un hecho aislado, se está convirtiendo en un fenómeno.