junio 29, 2014

EL NACIONAL - DOMINGO 29 DE JUNIO DE 2014SIETE DÍAS/4
.entrevista 
NACIDO EN LIMA EN 1948 GANADOR DE LOS PREMIOS REY DE ESPAÑA, FNPI Y MARÍA MOORS CABOT
DIRECTOR DE IDL-REPORTEROS

"La prensa independiente debe resistir con imaginación, inteligencia y eficacia"
El periodismo necesita la democracia como sistema operativo. Cuando esta no se tiene, o se ha perdido, hay que luchar por conquistarla, señala el periodista peruano Gustavo Gorriti. Considera que el gobierno usa las divisas como arma política
DAVID GONZÁLEZ DGONZALEZ@EL-NACIONAL.COM

Gustavo Gorriti lo presentaron el lunes al mediodía ante sus colegas venezolanos no solo como una leyenda, sino también como un tótem del periodismo latinoamericano. Un dejo de rubor pudo advertirse en los gestos del peruano cuando oyó la metáfora. La reverencia con la que el auditorio siguió sus palabras, sin embargo, delató que a ninguno de los presentes le incomodó la fórmula para describir a un reportero que investigó, entre un largo catálogo de temas, sobre las secuelas de la insurrección de Sendero Luminoso en Perú; sobre la conexión entre narcotráfico y corrupción en su país; y sobre las actividades de Vladimiro Montesinos, tenebroso jefe de inteligencia de Alberto Fujimori. Era un blanco seguro: un día después de que el ex gobernante dio un autogolpe el 5 de abril de 1992, fue secuestrado por miembros del Ejército, aunque luego lo liberaron.

El periodista peruano fue invitado a participar como jurado del Concurso Nacional de Reportajes de Investigación organizado por el Instituto Prensa y Sociedad. Antes de la ceremonia de entrega, en el hotel Pestana, participó en un breve conversatorio. La agenda que cumplió en Venezuela le impidió dar una entrevista en persona, pero aceptó contestar un cuestionario en el que reflexionó sobre la importancia de que los reporteros resistan aun en los tiempos más oscuros. Sobre el periodismo de investigación que se hace en el país, dijo lo siguiente: "Me tocó ver las virtudes. Les dejo a ustedes encontrar los defectos. Las obras premiadas me parecieron notables. Admiré la entereza de los periodistas al sacar a la luz su investigación, sabiendo el precio personal que iban a tener que pagar (y pagaron varios de ellos) por hacerlo. En el momento de la premiación los vi claros, entusiastas, decididos, alegres, listos para seguir luchando pero sin permitir que lo difícil de la situación les oscurezca el espíritu. Vendrá todo tipo de tiempos, pero creo que hasta el fin de sus vidas podrán estar orgullosos de lo que han hecho y hacen ahora en el periodismo de investigación".

--¿Cree que las condiciones políticas de Venezuela son adecuadas para el ejercicio del periodismo? --Ciertamente no. Sin papel para imprimir periódicos; sin periódicos que respalden debidamente a sus mejores periodistas, al punto de que gran parte de los autores de la investigación premiada ya no trabajan en el diario al que honraron con su hazaña; con dueños anónimos que persisten en no revelar quiénes son, entre otras muchas cosas, lo último que se puede decir es que hay condiciones adecuadas para el ejercicio del periodismo.

--¿Cuál considera que es el reto de los periodistas venezolanos en estos momentos? --?Persistir. No desfallecer.

Buscar formas y medios diferentes de llegar a los lectores y de financiar ?(con métodos apropiados, por cierto) sus propias publicaciones. Explotar al máximo las ventajas que da Internet para difundir con rapidez, en multimedios y a bajo costo. Investigar y revelar.

Contarle al pueblo, a la gente, al común, (es decir, a quienes debemos nuestra lealtad) la verdad de los hechos. Rasgar los velos de la propaganda y la desinformación, vengan de donde vengan; y darle a la gente el poder de la información verdadera.

--¿Puede el periodismo prosperar sin democracia? --El periodismo necesita la democracia como sistema operativo. Cuando esta no se tiene, o se ha perdido, hay que luchar por conquistarla. En el proceso hay que hacer buen periodismo, por difícil que sea, y así la lucha misma hará posible un cierto tipo de florecimiento: el del periodismo que lucha por la verdad en medio de la coacción, la propaganda y la mentira.?

--A EL NACIONAL ­como otros diarios venezolanos- el gobierno le ha negado el acceso a las divisas para la compra de papel y otros insumos. ¿Qué opinión le merece? --El gobierno usa el manejo de las divisas como un arma política. La prensa independiente debe resistir con imaginación, inteligencia y eficacia.?

Paralelismos
--¿Qué caracterizó el ejercicio del periodismo en Perú durante el gobierno de Alberto Fujimori? ¿Existen analogíascon el caso venezolano? --?Muchas analogías. Uno de los procesos fundamentales en el fujimorato fue la lucha de los periodistas de investigación con los espías, con la información como campo de batalla. Montesinos y el SIN, Servicio de Inteligencia Nacional que controlaba, no solo utilizaron las armas clásicas de las dictaduras para perseguir a la prensa independiente y la oposición, fueron mucho más allá. Sobornaron, compraron o alquilaron o amenazaron o todo lo anterior, a buena parte de los dueños de los medios de comunicación. Fundaron una serie de tabloides infectos cuyas portadas se hacían en el SIN y cuyo único fin era atacar a los dirigentes opositores y a los periodistas independientes?. Lograron que una parte importante de la prensa que no se corrompió mantuviera una cauta distancia de los temas fundamentales hasta el último momento. La diferencia, por supuesto, está en el modelo económico y la consecuente retórica. Montesinos fue apoyado por la CIA y a Fujimori le encantaba que lo llamaran Chinochet. Pero el desprecio y la hostilidad hacia la democracia, la libertad, fue algo común.

La corrupción, ocultada por la propaganda y por aparatos de coerción, también.

--¿Cómo observador externo, qué es lo que más le preocupa de la situación venezolana? --?El sufrimiento de la gente bajo un sistema autoritario que, además de todo, es incompetente y que parece funcionar con la alarmante premisa de que se puede derogar las leyes básicas de la economía.

?Aclaro que el llamado modelo neoliberal genera a su turno graves problemas e inequidades que pueden amenazar también la democracia, pero todos los experimentos socialdemócratas exitosos tuvieron claros los principios básicos de buen manejo y equilibrio económico. ¿Justicia social con inflación? ¿Lucha contra la pobreza con escasez? ¿Y eso en una de las grandes potencias petroleras del planeta?

--Los regímenes autoritarios se afincan y sostienen en grupos de interés, fuera y dentro de los países. En el decenio de Fujimori, ¿cuáles fueron? ¿Cómo abordó el periodismo peruano el tema? --Fujimori y Montesinos controlaron las Fuerzas Armadas mediante un servicio de inteligencia hipertrofiado que Montesinos manejó desde el inicio. Sus reformas económicas aunadas con el autoritarismo, al miedo que provocaban, los negocios que ofrecían (en privatizaciones masivas, en transacciones enormemente corruptas) convirtieron a los grandes empresarios nacionales en fieles seguidores. Las obras sociales, hechas mediante el modelo de "acción cívica" glorificada, le dieron seguidores en los sectores más necesitados a Fujimori. La CIA apoyó plenamente a Montesinos y fue por un buen tiempo uno de los canales principales en la relación bilateral. La mayor parte del periodismo se echó, se dejó avasallar, se hizo cómplice o calló y se autocensuró.

El grupo de periodistas, sobre todo de investigación, que no cejó nunca en enfrentarlo, fue relativamente pequeño.

Pero gracias a ellos, se reveló, caso por caso, la entraña corrupta del régimen, su naturaleza gangsteril. Eventualmente la población despertó, se informó gracias a que la información ya existía, se movilizó, actuó y eso llevó al desplome del régimen.

Lo que vino después, me temo, no ha sido ni es ShangaiLa, pero dado que costó tanto conquistar la democracia hemos aprendido a defenderla y, con el favor del destino, a impedir que jamás retorne una dictadura. Salvo el corto gobierno de Valentín Paniagua, creo que nadie les pone una nota del todo aprobatoria a los presidentes que hemos tenido desde el año 2000. Pero han tenido una cosa en común: todos han respetado la democracia.

Hemos, además, crecido económicamente. No estamos, ni de lejos, donde deberíamos estar, pero si miramos al pasado, si vemos que hemos logrado quince años ininterrumpidos de democracia y de crecimiento, hay mucho de que estar agradecidos. 
Sin humor ni debates se quedó la televisión privada
Desde la aprobación de la Ley Resorte, en diciembre de 2004, la desaparición de los espacios de opinión y de humor político ha sido progresiva. El cierre de RCTV sentó un precedente: eliminar programas incómodos para el gobierno

KARLA FRANCESCHI C. 
kfranceschi@el-nacional.com


a desaparición de los espacios de opinión y humor político de los canales privados pareciera haber sido definitivamente sentenciada con la salida del aire de Chataing TV, hace dos semanas.

Pero esta eliminación progresiva de programas dedicados a mostrar otras aristas de las noticias comenzó en diciembre de 2004, con la entrada en vigencia de la Ley Resorte.

Carlos Correa, director ejecutivo de la ONG Espacio Público, señala dos hitos que marcaron la televisión venezolana y que impulsaron la cancelación de este tipo de producciones televisivas. El primero fue la reunión que hubo en 2004 entre Hugo Chávez, Gustavo Cisneros y Jimmy Carter, antes del referéndum revocatorio. El segundo, la salida RCTV de la señal abierta en 2007 y luego del cable en 2010.

El primer programa sacado del aire fue La entrevista, que condujo Marta Colomina en Televen desde 1996 hasta 2005.

A este le siguió 30 minutos, de César Miguel Rondón, que desapareció el mismo año de la pantalla de la televisora.

La cancelación de espacios en los canales privados continuó, pero en Venevisión. El turno le correspondió al polémico programa 24 horas, conducido por Napoleón Bravo, que había regresado en 2001 tras haber estado fuera del aire por unos meses. El canal de La Colina también canceló después En privado, con Ibéyise Pacheco, yVox Pópuli, a cargo de Nelson Bocaranda.

A la opinión y el humor político como géneros televisivos les quedó una trinchera: RCTV.

Hasta el final de sus operaciones en 2010, la televisora mantuvo al aire La entrevistacon Miguel Ángel Rodríguez, Los chismes de la Bicha con Berenice Gómez y, por supuesto, Radio Rochela.

Hoy en día, el panorama no es muy distinto. En Globovisión, luego del cambio sufrido en la programación tras la venta del canal, salieron producciones como Aló, ciudadanoBuenas noches y, más recientemente, Shirley. Sin embargo, nuevos espacios como Vladimir a la 1, del periodista Vladimir Villegas y La hora clave, con Macky Arenas y Manuel Felipe Sierra, salieron al aire. También Dementes veloces, emitido a las 11:00 pm, que revisa la noticia del día desde el humor.

En VTV la situación es diferente. Según consta en su página web, la televisora oficial transmite por lo menos seis de estos espacios: Con el mazo dandoCayendo y corriendoZurda konductaComo ustedes pueden verKiosco veraz y Toda Venezuela, todos a favor del gobierno. Mientras que en Televen se mantienen Diálogo con, de Carlos Croes y José Vicente Hoy, con José Vicente Rangel.

La ausencia de debates. Correa señala que la desaparición de los programas de opinión tiene que ver con la impronta que viene marcada desde el gobierno: no se discute el fondo de los problemas ni la información, sino que se ataca al oponente.

"Ahora hay menos contraste. Los programas de opinión son elementos importantes del debate en una sociedad democrática. Al haber menos debate, hay menos densidad; incluso en la construcción de las propuestas públicas", indicó el académico.

Andrés Cañizález, profesor investigador de la Universidad Católica Andrés Bello, señaló que la televisión privada se ha quedado sin figuras periodísticas fuertes. "Ese vacío se llenó con profesionales que hacen entrevistas que no buscan mover la agenda de la opinión pública", señaló el investigador.

"En la medida en que eso ocurre en la televisión privada, en los canales públicos siguen existiendo programas de opinión política, que incluso caricaturizan a los factores opositores, pero eso sólo muestra un lado de las cosas", agregó el investigador Sin embargo para Carlos Guzmán, director del Ininco, ninguna de las producciones que quedan en la televisión nacional cabe en la definición del formato de opinión. "Para que un programa pueda ser llamado de opinión lo primero que debe tener es un moderador que confronte. Lo que vemos ahora son simples carteleras que exhiben las bondades del gobierno", afirma el investigador.

Risas sin política. Los programas cómicos con contenido político también se perdieron de la pantalla. El primero y más recordado fue Radio Rochela, que durante sus 50 años se ocupó de parodiar a todos los funcionarios de turno. A esa lista se le sumaron este año Misión Emilio y Chataing TV, ambos de Televen.

Muchas han sido las denuncias sobre la presión que ambos espacios sufrían. Incluso se conoció que había una lista de palabras y nombres de funcionarios que no podían ser usados dentro de los chistes.

Escasez, devaluación, Diosdado Cabello y Nicolás Maduro eran algunos de los temas vetados.

Tras su salida del aire, Luis Chataing declaró: "Con toda seguridad puedo decir que en este momento, en el país, no existe la menor posibilidad de hacer un programa honestamente libre en sus conte

junio 23, 2014

ACABAR CON EL CUARTO PODER
Raúl Lotitto
El periodismo padece en Venezuela la peor crisis de su historia, fruto de una guerra iniciada hace casi 3 lustros, cuando el difunto Hugo Chávez, aconsejado por Fidel Castro, eligió a sus primeros dos enemigos: el imperio norteamericano y los medios de comunicación. Hoy está muy claro que la descomunal crisis política, ética y económica que atormenta a Venezuela no es culpa ni de los gringos ni del periodismo. Pero los medios y sus profesionales sufren graves consecuencias directas de esa guerra.
En principio falta papel para diarios y revistas, lo que afecta de modo muy visible su desarrollo y sobrevivencia (responsabilidad expresa del control de cambios y su perverso manejo) y hay crisis publicitaria en todos los medios independientes, dada la agónica situación de la industria, el comercio y los servicios. La última preventa fue un fracaso estruendoso e inocultable. Pero peor es el blackout de la televisión no oficial de mayor rating, que ignora casi por completo lo que sucede en el país político.

Sin noticias, humor o dramáticos de realpolitik, las pantallas destilan un silencio abrumador. La prueba es que nadie refiere sus noticieros –¿existen?– y no hay casi programas de opinión ni crítica de ningún tipo en las novelas (ni pensar en algo similar a “Por estas calles”) y tampoco por vía del humor: Radio Rochela murió sin sustituto. Lo propio pasa en radio con excepciones, atomizadas o polarizadas, como el Circuito Éxitos y Radio Caracas Radio, por ejemplo.

El Estado acumuló tantos medios como jamás tuvo en la historia: varios periódicos, 5 televisoras sólo desde Caracas, radios por doquier (algunas potencialmente poderosas como la cadena YVKE Mundial) y decenas de emisoras comunitarias. Pero su audiencia mediática no rima con tan costoso despliegue.
Una extensa lista de intervenciones, presiones y “sugerencias” lograron a lo largo de estos años que dueños y ejecutivos de medios sientan acosos diversos y teman por sus licencias radioeléctricas (cuando se vencen quedan normalmente stand by) mientras no pocos periodistas perdieron sus espacios exitosos total o parcialmente (desde Napoléon Bravo hasta Jesús Chuo Torrealba, pasando por Marta Colomina, Kico Bautista y un larguísimo etcétera). Desaparecieron medios –RCTV y el circuito radial CNB fueron los más conspicuos– y cambiaron de manos radios y televisoras (FM Center, Globovisión) y también periódicos (Cadena Capriles) lo que impulsó controversias en el ejercicio del periodismo con crisis, denuncias, suspensiones y renuncia de muchos profesionales notables. Shirley Varnagy, que se fue de Globovisión tras la censura de su entrevista a Mario Vargas Llosa; Iván Ballesteros a quien Conatel le censuró su Plomo Parejo en RCR y el problema del semanario 6to Poder, que denunció problemas en sus tratos de impresión con la Cadena Capriles, son los ejemplos más recientes.

Por cumplir con su deber ser transmitiendo las protestas del 12 de febrero de este año, el canal de televisión colombiano NTN 24 padece una medida inédita en Venezuela para un medio internacional: prohibición de operar y orden a Directv para quitarlo de su grilla. Casi enseguida Nicolás Maduro amenazó a CNN con suspensión de credenciales y se invitó a su figura estelar, Patricia Janiot, a abandonar el país. Y hasta el Oscar cayó en desgracia: tras 39 temporadas con ese show, Venevisión se eximió de transmitirlo este año, cuando circuló en redes sociales que, durante la premiación, divas y astros del cine denunciarían la crisis venezolana.

Así, el triste manto de la censura se ayuda con el telón de la autocensura. Todo vale en pos del objetivo del silencio. Hay chismes que alientan miedo y suspicacias que dibujan intereses tentadores. El Universal siempre está de primero en los rumores de venta. Y nadie sabe quién realmente compró la Cadena. Está dicho que una mayoría radiotelevisiva se aferra al lema “no te metas”, pero queda desnuda –como el rey del cuento– ante la audiencia que igual se entera y participa con fervor creciente en el nuevo paradigma mundial de las redes sociales: mensajitos, Facebook, celulares, Twitter, Youtube, compus y tabletas juegan duro. Igual que en la primavera árabe.
Cuando hay confabulación para condenarlo a muerte, el periodismo se multiplica y cobra más vida. Reporterismo en fotografía, textos y video ejecutados por amateurs con agallas y enfoque de la realidad. Claro que existe el riesgo de la información falsa. Pero hay noticias por doquier. Y también mucha opinión. La consigna grita en internet: “¡Pásalo!”. El Periodismo Ciudadano reemplaza al que está ausente con aviso y se empata perfecto con el que practican los profesionales que se respetan en los medios que aún se atreven.
Es una tarea difícil, que llega a límites nunca vistos ni imaginados en un país que –cuando casi toda América latina estaba bajo la bota militar– supo jactarse orgulloso de su estirpe democrática. De su libertad de expresión en todos los medios. De sus diarios con cientos de páginas y 4 cuerpos. De su publicidad boyante, garantía de un éxito económico que sostenía su independencia.
Eran tiempos en que los medios y su periodismo se reconocían igual que en el resto del mundo libre, como el Cuarto Poder. Tiempos de democracia representativa, sin duda muy diferente de la democracia participativa y protagónica inventada como antesala del sobrevenido socialismo del siglo XXI: chaleco de fuerza al libre albedrío de los poderes, que era la condición esencial para que la democracia se llamase Democracia, sin calificativos ni sobrenombres. 
Por eso empezó la guerra contra el periodismo. Contra el Cuarto Poder, para que deje de serlo. Para evitar que funcione como contrapeso y equilibrio del Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, que deberían ser independientes entre sí –como enseñó Montesquieu en El Espíritu de las Leyes– y no doblegados al Ejecutivo, si se quiere de verdad una moderna sociedad democrática.
Para someter al Cuarto Poder el socialismo del siglo XXI arrancó un proceso paciente y multiforme para minar las bases de medios y periodistas, eligiendo a los medios independientes como enemigos, haciendo ver a los comunicadores como lacayos y atacando sus valores ferozmente no sólo en el frente intelectual. Los medios, acusados como grandes culpables de casi todo, fueron maltratados más allá del verbo. Violencia contra reporteros en servicio, hostigamiento a las sedes de El Nacional o El Universal y los asaltos a Globovisión fueron casos muy emblemáticos hace ya años.
A la vez se promovió la aparición de medios y/o comunicadores abanderados con el gobierno. Surgió el llamado “periodismo militante”, enrolado al pensamiento oficial. Algo que curiosamente se desarrolló también en Argentina, donde el espejo con Venezuela es sintomático. Igual que la crisis económica. Y la ética. Claro que por el principio de acción y reacción aparecieron también medios y periodistas frontalmente opositores. Fue como inevitable. Y representa lo peor de dos mundos para un negocio que, por principio, busca la verdad y está obligado a ver los hechos a través de un prisma imparcial y ecuánime.
En su ofensiva el gobierno también ninguneó al periodismo. Lo menospreció como poder, negándole el rol que por definición tiene como interlocutor social válido y garante de la libertad y la democracia. El periodismo está obligado a destacar las demandas sociales, políticas, educativas o económicas y a denunciar las necesidades no atendidas de la comunidad, los errores gubernamentales y por supuesto la corrupción. Pero el gobierno, enfatizando que provenían del enemigo, empezó a ignorar olímpicamente reclamos y denuncias. Lo hizo adrede para debilitar a los medios y desencantar de un solo golpe a las fuentes y al público ¿Para qué denunciar si el gobierno no hace caso? Una ecuación perversa, eficaz desde la sociología del socialismo del siglo XXI.

El ninguneo tuvo otra cara: se acabaron para siempre las ruedas de prensa del presidente con medios nacionales. El líder era el gran vocero oficial, pero sólo en las cadenas de radio y televisión y el programa Aló, Presidente, que reemplazaba incluso a los Consejos de Estado. Y pese a que el número de ministerios creció exponencialmente, se redujeron al mínimo los voceros oficiales y cesaron los oficiosos. Se condenó al funcionariado al ostracismo con una curiosa forma de censura (“no estoy autorizado para declarar “) que no actúa sobre los medios, sino directo sobre las fuentes. Así se impide el diálogo informativo y opinático, clave para el periodismo en las sociedades abiertas. El modelo funciona con vías monologales, sin preguntas: un presidente que habla pero no da entrevistas y ministros no sabe/no contesta. Por diseño obviamente hay excepciones. Pero cuesta encontrarlas.

Esta conjura contra el ejercicio del periodismo le complica disponer de la información y la opinión libres para divulgarlas, confrontarlas, refutarlas y volverlas a discutir. Le complica operar como Cuarto Poder y ser cuna del equilibrio pendular de los demás poderes, para fortalecer la sociedad en justicia, paz y armonía.
No por nada en casi todos los foros mundiales que evalúan la libertad de expresión como inalienable derecho humano, Venezuela sale reprobada. La SIP y el Freedom Houseson los últimos ejemplos. Pero no los únicos. Es que anular el periodismo y los medios críticos tiene mucho que ver con la idea de profundizar el proceso. Por eso el gobierno está tan convencido del duro camino que emprendió y de la guerra que lleva adelante.

Que lo vaya a lograr es otra cosa. Porque aunque no la tiene fácil, el Cuarto Poder está demostrando con sus armas de siempre –aunque menguadas– y la fortaleza descomunal de las nuevas herramientas digitales, que tiene cómo defenderse. Y también cómo atacar. No por nada Venezuela, con su abrumadora crisis de mil cabezas y el despelote social a cuestas, está hoy en la mira del mundo, no sólo por la acción de algún status político, sino principalmente gracias al periodismo, creyente insobornable de aquella máxima que dice que la verdad es tan poderosa, que solo le basta aparecer.
Raúl Lotitto
Editorial de revista PRODUCTO
 ENTREVISTA LAURENTZI ODRIOZOLA, DIRECTOR DEL DIARIO NOTITARDE

"El Gobierno acorrala medios para provocar la autocensura"

"Ellos (el Gobierno) creen en que matando al mensajero se mata la noticia, o convenciendo o forzando al mensajero para que no diga el mensaje pero ninguna de esas alternativas es posible en un sistema democrático"

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Odriozola: "A los gobernantes no les gusta que se diga la verdad" JACIENTO OLIVARES/ NOTITARDE
MARIANELA RODRÍGUEZ |  EL UNIVERSAL
lunes 23 de junio de 2014  12:00 AM
Valencia.- El 11 de junio pasado el gobernador de Carabobo y coordinador nacional de Estrategia Política y Electoral del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Francisco Ameliach, estrenó su programa radial semanal "Hablando de Poder", a través de la señal de Radio Nacional de Venezuela (RNV), donde denunció a Laurentzi Odriozola, director del diario Notitarde, de estar presuntamente incurso en la autoría intelectual de lo que se presume habría sido un homicidio en grado de tentativa.

La acusación estuvo acompañada de una expresión grabada que el Gobernador, sin más, achacó al periodista con 47 años en el ejercicio de la profesión.

Las manifestaciones de apoyo a Odriozola y de rechazo a las acusaciones de Ameliach, fueron inmediatas. 

-¿Se censura en Venezuela?

-Normalmente en las dictaduras clásicas la censura consiste en la simple amenaza; se censuran periódicos que dicen algo que no le gusta al gobierno, no circula porque lo intervienen, meten presos a periodistas... Este ha sido el tradicional sistema de represión y censura en las dictaduras conocidas del siglo XX.

Esta (censura) que vivimos hoy en día es un asunto mucho más perverso y sofisticado, y es mucho más perverso por lo sofisticadamente perverso que es. La censura en el siglo XXI ya no necesita meter a un periodista en una mazmorra para que se pudra allí como castigo porque escribió algo que no le gustó al régimen, tampoco necesitan cerrar periódicos, ya que el sistema consiste en ir acorralando a los medios mediante diferentes formas como presiones económicas para que no circulen, se autocensuren o de repente convencer a los dueños que vendan, y de eso hay varios ejemplos que están ocurriendo en este momento en Venezuela. 

Es un sistema que va permeando y deteriorando la voluntad de mucha gente, y con razón, yo no lo critico, el miedo es libre y cada quien tiene un nivel de miedo y verá hasta donde aguanta. Cada persona tiene sus compromisos de tipo económico, un periodista que tiene una familia que mantener y le da miedo quedarse sin trabajo.

-Qué opina de ese sistema de presiones a los medios?

-Yo creo que es terrible esa situación que estamos viviendo y el caso mío es un ejemplo. Si yo no estuviese trabajando en Notitarde sino como gerente de una tienda por departamentos, hoy no estaría pasando por lo que estoy pasando. ¿Por qué la acusación en mi contra? Pues porque el objetivo no soy yo, el objetivo es Notitarde y todo esto forma parte de un mecanismo terrible, muy sofisticado y perverso, que va dirigido a varias personas. Va dirigido a los dueños de periódicos a quienes les dicen "ese señor que ustedes tienen allí no les conviene", simplemente porque a ellos no les conviene que ese señor esté allí porque ellos interpretan que esos contenidos no les convienen y que hay que salir de mí.

Pero en esta situación también hay un mensaje a otros periodistas o a los propietarios de otros medios. Muestran que esto que está pasando en este momento con Odriozola le puede pasar a cualquier periodista, esa es la perversidad de este nuevo sistema de censura de prensa del siglo XXI.

-¿Por qué contra Notitarde?

-Creo que, sin que se interprete como un acto de pedantería, esto pasa porque estamos pagando el precio del éxito. ¿Cuál es el pecado de este periódico? que circulan 90 mil ejemplares diarios y lo lee el pueblo, las clases populares. 

Que es lo que a ellos (los gobernantes) les molesta, títulos como este: "Murió en la cola" (publicado el 6 de junio de 2014). Claro que es terrible lo que está en esta primera página, pero no es un montaje, esto pasó. Un pobre señor que haciendo la bendita cola que hay que hacer en este país para comprar alimentos le dio un infarto y se murió. Para ellos esto no debería salir publicado, pero a mí se me ocurre que sí debería salir, y sale.

Otro ejemplo y que mencionó el Gobernador cuando se refirió a Notitarde y a lo que yo hago con el periódico, fue que había una edición donde en primera página se decía que el agua es puro veneno y que eso es terrorismo. Pero yo no dije eso, yo lo que publiqué fue una foto donde hay una señora que está manifestando con un letrero que dice "Hidrocento tu agua es puro veneno". Si eso es terrorismo, la terrorista será esta señora de la foto, no yo. ¿Qué quiero decir con esto?, que ellos (el Gobierno) creen en esa cosa elemental y absurda de que matando al mensajero se mata la noticia, o convenciendo o forzando al mensajero para que no diga el mensaje pero ninguna de esas alternativas es posible en un sistema democrático.

Lo único que no es permisible es que el mensajero diga mentiras, ahí sí tiene razón quien quiera acusarlo a uno de tergiversar. Hasta ahora no se ha podido demostrar ni en un ápice que en las informaciones que publicamos en Notitardehaya mentira; que no les gusta la forma en que lo publicamos o la foto, ese no es el tema; el tema es que nosotros publicamos lo que es importante y entonces ante esto ellos amenazan y desarrollan este proceso perverso y sofisticado de presionar a los medios por un lado y a los periodistas por el otro, con esos mecanismos que van desde la amenaza hasta agresiones físicas como ocurre con los fotógrafos. 

Eso quiere decir que lo que dice la prensa es verdad y a los gobernantes no les gusta que se diga la verdad, y eso no es solo en este gobierno, eso ocurre en cualquier gobierno, lo que pasa es que otros gobiernos no reaccionan de esta manera, y no es que en otros casos sea aceptable, pero son por lo menos más civilizadas y menos violentos. Al final, todo ello va en contra de la dignidad del ser humano, a mí la gente que me conoce me puede acusar de cualquier cosa, menos de esa barbaridad de que yo puedo ser asesino de alguien, ni planificar ningún magnicidio de nada, eso no tiene sentido.

-¿Cómo define al Gobierno?

-Estamos viviendo un caso sui generis en un sistema que cada día es más represor de las libertades, pero que tiene procedencia democrática porque fue electo. Esta no es la dictadura clásica que se monta en el poder por un golpe de estado, y al margen de discutir que si el CNE no es imparcial y que la oposición dice que hicieron trampa, el hecho está en que nuestros gobernantes son producto de elecciones democráticas pero se están comportando cada vez más como si este fuese un régimen no democrático al eliminar prácticamente la separación de poderes y controlarlos todos.

-¿Ha aumentado la represión tras la muerte de Chávez'

-Yo creo que sí, porque es típico del ser humano que cuanto más acorralado esté más peligroso y agresivo se pone. Hay un dicho que reza que a las fieras o al enemigo tiene que dejársele una salida porque si tiene una para irse, se va a ir, pero si no tiene salida te ataca porque es su única posibilidad.

Entonces pregunto, en el ejemplo de lo que estamos viviendo, ¿tendríamos que dejar de presionar con las informaciones para que la persona acorralada no reaccione violentamente? Pues no, porque eso es autocensura.

-¿La autocensura funciona?

-Claro que termina funcionando. Ahora, si me preguntas si en mi caso funciona la autocensura, respondo que hasta ahora no. ¿Y que mañana podría ser? Pues yo creo que no. Que si pienso que en este periódico los dueños me van a pedir que baje la guardia; hasta ahora no me lo han pedido porque ellos confían en que lo que yo hago aquí está bien hecho, porque confían en que tienen a una persona formada, equilibrada, sensata y profesional que sabe su trabajo y lo está haciendo bien, porque no estoy delinquiendo, no estoy diciendo mentiras ni levantando falsos testimonios y el periódico no está difamando de nadie.

Tengo mi conciencia en paz y el alma agradecida por el apoyo natural de mis compañeros de trabajo y de muchas personas que me lo han manifestado.

-¿Qué más has sabido de esa acusación en tu contra?

-Sobre el tema de la acusación y la grabación, él mismo (gobernador) reconoce que estaba editado, no sé todavía de quién es esa grabación, tendrá que probar que lo que dice es verdad, eso tiene que probarlo él, no yo. Ese es otro asunto perverso, la infamia. Y cómo se defiende uno de la infamia: si yo te dijo a ti que eres una ladrona y ya, tú no tienes que demostrar que no eres ladrona, quien tiene que demostrar que tú eres ladrona soy yo que te estoy acusando. En este caso la acusación se deja allí para que tú demuestres que no eres culpable y eso no es así.

Esa es mi posición hasta tanto se aclare un poco más, qué es lo que pretende este señor (Ameliach), que tiene él allí y cuál es el contenido real de esa grabación, oír esa grabación completa a ver si realmente corresponde a mi voz o no, eso todavía está por verse.

junio 10, 2014

JUDICIAL Advierten que alegatos de la Fiscalía expone a cualquier ciudadano a ser acusado por sus juicios
Caso López criminaliza discurso político y opiniones en Internet
Absurdo, delicado, peligroso y perverso. 

Así definen expertos en Derecho y Análisis del Discurso el caso contra el dirigente de VP



MARU MORALES 
mmoralesp@el-nacional.com




Dos informes de análisis del discurso resaltan entre las pruebas que promovió la Fiscalía para sustentar su acusación contra Leopoldo López por los delitos de instigación pública y asociación para delinquir, así como daños a la propiedad e incendio en grado de determinador. Uno elaborado por el Cicpc y el otro por dos profesionales escogidos por la jueza 16 de Control (Rosa Amelia Asuaje y Mariano Alfonso Alí).

Ambos equipos de trabajo analizaron tres discursos de Leopoldo López (23-E, 2-F y 12-F) y su cuenta de Twitter. La conclusión fue que el discurso oral y escrito del dirigente de Voluntad Popular instigó (hizo nacer en terceras personas la resolución criminal) a algunos de sus seguidores a actuar de manera violenta contra la sede del Ministerio Público e incitó al derrocamiento del gobierno; aunque ninguno de los dos llamados fue explícito.

"Todos estos actos fueron ejecutados como consecuencia de la persuasión e inducción realizada por Leopoldo López, quien ejerció una fuerte influencia no solo en su manera de pensar, sino en las potenciales acciones de sus destinatarios, quienes actuaron y cumplieron cabalmente el mensaje", señaló la Fiscalía en sus argumentos durante la audiencia preliminar.

Lo absurdo. Entre 2002 y 2011 se registraron varias imputaciones por delitos de opinión (Álvarez Paz, Usón, Bravo, Martínez, etc.), bien por el contenido de las opiniones o por la ofensa que, según la Fiscalía, ocasionaron a funcionarios o instituciones. Tienen en común con el de López que se abrieron contra figuras incómodas al gobierno, pero el caso López tiene nuevas características.

"A López no le imputan difamación, ni ofensa, ni injuria contra una institución o funcionario. No lo juzgan por delitos de opinión, sino que le imputan delitos comunes pero en grado de determinador.

Es decir, la acusación se basa en algo que él dijo y que en la interpretación de terceras personas (expertos lingüistas) presuntamente llevó a otros a actuar de cierta manera", dijo el abogado penalista José Luis Tamayo.

Indicó que el informe semántico no debió aceptarse como prueba de convicción: "Es completamente absurdo.

Están tratando de usar la opinión de López sobre el gobierno para apuntalar la presunta comisión de delitos por otras personas. Ese tipo de análisis no cabe para imputar delitos comunes".

Sostuvo que lo grave del caso López es lo que viene: "Ahora las opiniones no solo sirven para imputar delitos de opinión (difamación, injuria, etc.), sino para delitos ordinarios.

Esto criminaliza la opinión: cualquier cosa que diga cualquier persona puede ser utilizada como prueba de cualquier delito. Es absurdo".

Lo peligroso. El análisis semántico usado por la Fiscalía dice que López, como líder y por su capacidad de comunicación, pudo influir, mover y determinar hechos delictivos. El abogado penalista Alberto Arteaga Sánchez alerta que tal afirmación convierte a cualquier líder político en un potencial determinador de delitos.

"Luego de contar el número de veces que López usó las palabras calle, gobierno, cambio, salida, Venezuela, y la expresión `Tenemos que salir a conquistar la democracia’, la Fiscalía concluye que eso derivó en hechos violentos. Hablan de la subliminalidad del discurso y que el mensaje se envió al inconsciente. Eso es peligrosísimo porque pone en riesgo la libertad de expresión de todos: líderes, comunicadores, caricaturistas. El juicio a Leopoldo López es un juicio a la libertad de expresión", alertó el abogado Alberto Arteaga.

Lo delicado. El coordinador de la Maestría en Análisis del Discurso de la UCV, Pedro Alemán, afirmó que determinar la subliminalidad de un discurso es muy delicado porque implica la reinterpretación de lo expresado y lo no expresado.

"No se puede concluir que un mensaje de Twitter o un discurso, que no llamó directamente a la violencia, fue una invitación subliminal a que la gente hiciera algo como lo que pasó el 12-F", dijo.

Explicó que un analista del discurso no puede determinar de manera fehaciente la intención no expresada abiertamente por otra persona. "Lo que podemos hacer es acercarnos a posibilidades de intención, pero nunca a la intención misma. Si el líder agarra unas piedras, las arroja, quema unos carros etc., claro que puede constituirse en un ejemplo para sus seguidores. Pero si los elementos son subliminales, la conclusión no puede ser tajante", apuntó.

Alemán acotó que la posibilidad del sesgo personal es un riesgo en ese tipo de análisis: "Para hacer analizar un discurso se requiere una guía de acción, parámetros, tiempo, herramientas teóricas y metodológicas. Aun usando todo eso, el riesgo de sesgo existe.

Es decir, que yo como analista termine probando lo que yo quiero de acuerdo con mis propias convicciones religiosas, políticas, etc.".

Lo perverso. La otra dimensión del caso López, que también atenta contra la libertad de expresión, es la que toca a las redes sociales. Luis Carlos Díaz, experto en nuevas tecnologías, advierte que el caso López sienta un precedente sobre la criminalización de las ideas. "Es delicado que la justicia empiece a ver causas criminales en opiniones expresadas en redes sociales. Eso solo aumentaría el miedo y la autocensura en Internet. En esa búsqueda de criminalizar a Leopoldo López, quien pierde es la sociedad entera porque terminan amenazando los espacios digitales y la libertad de expresión de toda la comunidad", advirtió.

Díaz comparó lo que sucede en Venezuela con otros países. "En China y en Irán Internet tiene limitaciones, pero se puede usar. La idea de esos gobiernos es decirle al ciudadano: `Úsalo; mientras tanto yo te monitoreo, te persigo, te incrimino’ y eso, en mi opinión, es mucho más perverso que prohibir su uso. Parece que hacia allá está apuntando el gobierno venezolano", señaló. 


EL NACIONAL - LUNES 09 DE JUNIO DE 2014

junio 06, 2014

Corrupción normal, estilo Maduro

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1. Por mera casualidad sintonicé el PsuVTV, el pasado lunes. Adán Chávez, anfitrión, cedía la palabra a Nicolás Maduro en un evento que el generador de caracteres identificaba: Reunión del alto mando político de la revolución. “Cadena, cadena, cadena”, gritaba la multitud congregada en el Domo bolivariano de Lara, un teatro del Estado, en la celebración del acto político del partido de gobierno. Maduro, en tono magnánimo, alzó su brazo con la misma actitud del fiscal de tránsito que aunque la luz verde sea favorable para el conductor, con su pito, impone un orden preferente: No, yo no puedo pedir cadena porque este es un acto político del PSUV y los actos políticos los pasamos en transmisión normal (sic). Solté la carcajada, dije en alta voz unas malas palabras que no voy a repetir aquí y me fui a mi estudio a escribir esta nota. Resistí la tentación de oír la intervención de quien fue presentado como el hijo de Chávez porque de manera invariable, con la excepción cada vez más frecuente en que sus gritos suben de decibeles, caigo en un sopor que me deja rendido por horas.
Transmisión normal, cavilé. ¿Pero qué entenderá Maduro por transmisión normal?
2. No nos cansamos de insistir en que eso que el señor Maduro llama impúdicamente transmisión normal es un crimen, un grave delito de corrupción. El abuso reiterado en la utilización de bienes públicos para actos proselitistas viola la Constitución, la Ley contra la Corrupción y las leyes y normativas electorales. La “transmisión normal” de Maduro es un delito, tan grave que es sancionado con pena privativa de libertad. Por su pertinencia y relevancia cito, en extenso, dos artículos muy ilustrativos. La Ley contra la Corrupción, vigente, publicada en Gaceta Oficial el 7 de abril de 2003, establece en su artículo 15, referido a “Principios para prevenir la corrupción y salvaguardar el patrimonio público”: “Los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no de parcialidad política o económica alguna. En consecuencia, no podrán destinar el uso de los bienes públicos o los recursos que integran el patrimonio público para favorecer a partidos o proyectos políticos, o a intereses económicos particulares”.
Asimismo, en el capítulo dedicado a “Otros delitos contra el patrimonio público”, en su artículo 54 consagra: “El funcionario público que, indebidamente, en beneficio particular o para fines contrarios a los previstos en las leyes, reglamentos (…) utilice o permita que otra persona utilice bienes del patrimonio público (…) será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años”.
¿No sabe Maduro que eso que él llama transmisión normal es un delito? ¿Tampoco lo saben los funcionarios al frente de emisoras de radio y televisión del Estado? Cuando la fiscala y la contralora se hacen de la vista gorda ¿no son cómplices, también del delito referido?
3. Solía insistir el hoy llamado “comandante galáctico” que burocracia, ineficiencia y corrupción eran el talón de Aquiles de la revolución. De la burocracia ya sabemos lo que ha ocurrido: de 12 hemos pasado a más de 30 ministerios, sin contar los denominados órganos superiores y los estados mayores de tal y cual cosa, las vicepresidencias, las ZODI, las REDI y pare de contar. De la “ineficiencia o nada” baste consultar a quienes padecen alguna enfermedad y deben acudir a un hospital público o conseguir alguna medicina. Sobre la corrupción: los venezolanos continuamos sin saber adónde fueron a parar más de 20.000 millones de dólares que, según el propio gobierno, se birlaron empresas de maletín.
En fin, que se ha naturalizado tanto la corrupción en Venezuela, incluso con delitos relativos a temas económicos que son lo que habitualmente la gente asocia a la corrupción, que a Maduro le parece “normal” que un acto del partido político del gobierno tenga tal cobertura exclusiva por un medio público. Pero no es “normal”. Es un delito.
4. No puedo concluir esta nota sobre la corrupción normal de Maduro sin mencionar que el pasado 25 de mayo los boletines oficiales del CNE sobre las elecciones de San Cristóbal y San Diego fueron olímpicamente ignorados por la televisión del Estado. Mientras se pronunciaba el representante de la Junta Regional de San Diego, el PsuVTV reseñaba un refrito de las elecciones en Ucrania. Cuando tocó el turno a la Junta Regional de San Cristóbal, el otrora canal de todos los venezolanos transmitía una película italiana.
¿Qué entiende Maduro por transmisión normal?

junio 05, 2014

Por solicitud de Cabello, Petkoff debe ir semanalmente a los tribunales

Jueza impuso medida al dirigente de 82 años, pese a su estado de salud.

PEDRO PABLO PEÑALOZA |  EL UNIVERSAL
jueves 5 de junio de 2014  07:02 AM
Teodoro Petkoff debe presentarse cada ocho días ante los tribunales porque así lo quiso Diosdado Cabello.

A sus 82 años, uno de los líderes políticos más prominentes de la democracia venezolana tiene que acudir todas las semanas al Palacio de Justicia, en el centro de Caracas, hacer una larga cola y registrarse en una máquina captahuella.

La medida contra Petkoff fue solicitada por el presidente de la Asamblea Nacional, que el 6 de marzo pasado interpuso una demanda por difamación agravada contra la junta directiva del diario Tal Cual.

"Todos los actos del Poder Público deben ser razonados. No obstante, en este caso bastó la petición de Cabello para que la jueza Bárbara César impusiera el régimen de presentación semanal ante los tribunales", explicó ayer Humberto Mendoza, abogado del fundador del Movimiento Al Socialismo, ex parlamentario y ministro de Planificación durante el Gobierno de Rafael Caldera.

Mendoza informó que han entregado a César tres certificaciones médicas distintas, firmadas por ortopedistas, traumatólogos y médicos generales, que dan cuentan de los problemas de salud que padece Petkoff y explican que "no está en condiciones de estar presentándose una vez a la semana ante los tribunales". Sin embargo, ya han pasado tres meses y la jueza aún no responde a los requerimientos de la defensa.

"Esta medida es arbitraria, desproporcionada y violatoria de la Constitución", denunció Mendoza.

junio 01, 2014

Ley Resorte es alterada mediante una providencia

Cualquier modificación a lo establecido en una ley debe ser aprobada por más de dos tercios de la Asamblea Nacional
La providencia 027 de Conatel, que fue publicada la semana pasada, modifica el artículo 11 de la Ley Resorte, que establece que los canales del Estado deben tener una representación de hasta 10% en los paquetes básicos de las cableoperadoras, al igual que 12% de televisoras nacionales o programadores nacionales audiovisuales. 
Óscar Lucien, ex director del Ininco, asegura que es ilegal que una ley sea cambiada mediante una providencia administrativa. “Para asuntos tan sensibles que tienen que ver con la libertad de expresión y el derecho a la información, las decisiones deben ser tomadas en la Asamblea Nacional. Generalmente son leyes orgánicas que requieren más de dos tercios de los diputados para ser aprobadas. Con esta providencia se busca la trocha para dejar que este tema sea manejado discrecionalmente”, indica. 
El artículo 9 de la providencia rebaja a 8% el porcentaje mínimo de canales nacionales o programadores nacionales audiovisuales que deben ofrecer las cableras en sus paquetes básicos. De estos se excluyen los canales informativos de las compañías de televisión por suscripción, los de producción nacional independiente o comunitaria y las televisoras del Estado. 
La norma también indica en el artículo 15 que las empresas que ofrecen televisión por suscripción “deben incorporar, sin dilaciones de ningún tipo, los servicios de producción audiovisual en los que el Estado tenga participación o interés”.
En la grilla de todas las cableoperadoras se incluyen los siete canales del Sistema Bolivariano de Comunicación e Información —VTV, TVES, ANTV, Ávila TV, Telesur, Vive TV y Colombeia TV—, además de FANB TV. Este número ahora podría aumentar con canales cuyo origen, nacional o internacional, no se aclara en el reglamento. 
La mayoría de las compañías pueden ampliar su paquete básico sin que su operatividad o suscriptores se vean afectados —Inter ofrece 93 canales, Supercable 73 y Netuno 79, por ejemplo—. Pero este crecimiento estaría limitado a la capacidad de sus redes terrestres o satelitales.
Fuentes ligadas al sector consideran que tanto las compañías satelitales como las de fibra óptica serán afectadas por esta providencia. “Todos los operadores tienen redes distintas. Independientemente de la tecnología, el equipamiento permite un número finito de canales; en el país, las redes están diseñadas para que sea entre 100 y 120”, dijo un ingeniero que pidió no ser identificado. 
El experto señaló que la televisión satelital también tiene una capacidad limitada y el costo del segmento es mucho mayor que en las cableras. “La señal del satélite no apunta solo a Venezuela y para optimizar recursos la mayoría de las empresas abarcan varios países con el espacio que tienen. Una señal exclusiva para una sola nación resulta definitivamente muy costoso”, agregó. 
Carlos Villamizar, presidente de la Cámara Venezolana de Televisión por Suscripción, declaró la semana pasada: “Antes los porcentajes estaban muy bien definidos. Hoy en día eso queda abierto, pues el artículo 15 de la providencia establece que el Estado tiene capacidad ilimitada para incluir sus canales y otros en los que tenga interés sin importar si son nacionales, lo que abre un amplio rango de posibilidades”.
Derechos de los clientes. Andrés Cañizález, profesor investigador de la Universidad Católica Andrés Bello, cree que uno de los derechos que se vulneran es el acceso a la información libre y plural, consagrado en la Constitución. 
El académico afirma que el canal de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana debió ser incluido luego de que Conatel llamó a las compañías y estas tuvieron que eliminar una señal de sus parrillas. “La gente no paga un paquete de televisión para ver TVES, FANB TV o Vive TV. La televisión por cable había sido un refugio para evadir las cadenas, para acceder a contenidos distintos a los del gobierno. La introducción de los canales oficiales o en los que el Estado esté interesado implica sacrificar otros por los que el cliente sí ha pagado”.
Lucien señala que estas providencias equivalen a que el usuario entregue el control remoto a Conatel, que en última instancia decidirá lo que se verá en los hogares de los venezolanos. “El artículo 15 representa un problema porque da una discrecionalidad absoluta a Conatel de decir que determinado canal, porque el gobierno lo considera de interés, debe ser incluido en la grilla. Se va a tener que sacar un canal para meter otro.
Eso afecta la decisión del usuario, incluso la de comprar o no un paquete de canales”, manifiesta.

31 DE MAYO 2014 - 11:31 PM