septiembre 16, 2013


Auguran que Noticiero de la Verdad "mostrará un país ficticio"

Para Cañizales y Lucien no es casual que coincidan con la época electoral

MARÍA LILIBETH DA CORTE |  EL UNIVERSAL
lunes 16 de septiembre de 2013  12:00 AM
A través del "Noticiero de la Verdad", el Gobierno Nacional tratará "de mostrar un país ficticio en el cual el Gobierno sí es eficaz y donde están funcionando las cosas" y "va a construir una realidad distinta a la vida cotidiana del venezolano". En esto coinciden el periodista e investigador Andrés cañizales y el sociólogo Oscar Lucien, consultados sobre el propósito que persigue el presidente Nicolás Maduro al implementar un noticiero de transmisión obligatoria en cadena de radio y televisión, tal como lo anunció el pasado martes.

"Maduro no ha tenido el inicio de Gobierno más feliz que pueda tenerse, estamos viviendo graves problemas de desabastecimiento, escasez, alto costo de la vida, todo eso creo que marca el clima y de alguna manera las encuestas, como las del IVAD reflejan una profunda insatisfacción con Maduro. Este mecanismo de los noticieros apunta a contrarrestar ese clima de opinión y no tanto que el Gobierno este invisibilizado en los medios, más bien trata de mostrar un país que desde mi punto de vista es ficticio", explica el profesor de Comunicación Social de la UCAB y la UCV, Andrés Cañizales, para quien no hay duda que el Noticiero de la Verdad nace como "respuesta a un clima de insatisfacción que se ha ido agudizando en las últimas semanas".

Mientras para el doctor en ciencias de la Comunicación, Oscar Lucien, "refleja la desesperación del Gobierno por un Presidente que no logra comunicar la acción de Gobierno. La acción de Gobierno no es visible y parten del criterio que la prensa que ellos califican como burguesa invisibiliza su gestión y para eso se ha recurrido a las cadenas".

Recordó que desde el fallecimiento del presidente Hugo Chávez, Maduro "ha estado más de 100 horas en cadena y a ello hay que sumar las transmisiones del canal del Estado que es una presencia bastante importante y que podíamos estimar en una hora y media promedio, eso busca tratar una realidad que no es la realidad que vive la gente día a día".

"La gente confronta una realidad compleja, que tiene que ver con la escasez, la inseguridad y el Gobierno no quiere que eso se vea y tienen como lógica un noticiero que va a construir una realidad distinta a la cotidiana por un lado, pero por la otra a darle un tipo de explicación a esa realidad (...) Entonces va a decir que no existen los productos por culpa del imperio, por culpa de la burguesía apátrida que esconde los productos o en los casos extremos por el imperio que quiere cercar al Gobierno", señala.

Que el Noticiero de la Verdad sea anunciado en medio de un año electoral no es casualidad, coinciden ambos expertos. "Lo veo como algo que probablemente va a tener fuerza durante la campaña, pero no se si eso se pueda mantener de forma permanente tal como está anunciado", advierte Cañizales, mientras Lucien advierte que del espacio tener un horario fijo "la gente apagará la televisión o migrará al cable, pero eso tiene una agravante muy terrible cuando estamos en un contexto electoral porque limita que la otra cara de la moneda exponga su criterio".

El sociólogo recuerda que aunque se trata de unos comicios locales, para el Gobierno "es una lección estratégica, porque busca una legitimación que no tiene". "El anuncio del colapso que viene del mismo Gobierno es sintomático, ellos saben que la crisis está allí, y hacen una especia de fuga hacia delante. Yo digo me va a pasar esto porque es la derecha que me quiere sacar y trata de generar la adhesión en sus partidarios", subraya.

Saturación e irritación 

"Serias dudas" expresa Cañizales sobre lo positivo de encadenar los noticieros gubernamentales. "Pueden terminar siendo un aspecto que más bien agote a la gente, sobre todo porque al contrario de lo que eran las cadenas de Chávez, que muchas de ellas podrían ser divertidas, Chávez tenía un sentido del show televisivo y por tanto se reservaba anuncios importantes, decisiones de primer orden, tenía una capacidad de generar agenda, pero eso no se percibe en Maduro", alerta.

Sumado a esto, para Cañizales las cadenas habituales más lo noticieros de la verdad pueden generar "una saturación e irritación" en la población. "Siguiendo lo que es la política gubernamental podemos inferir que básicamente se va a mostrar una suerte de Alicia en el País de las Maravillas, cuando se sabe los problemas reales que están afectando a la gente. Creo que allí puede haber un factor de irritación y que no caiga muy bien ese tipo de mensaje y que se vea mal interrumpir de forma tan reiterada la programación regular, eso también puede tener un afecto negativo", explica.

Podrían rectificar 

El profesor Cañizales no descarta que el Gobierno lance la estrategia y luego de algunas evaluaciones rectifique. "El Gobierno ha ensayado cosas y luego se ha echado para atrás (... ) una vez Chávez intentó hacer el '¡Aló Presidente! diario' y al final tuvo que suspenderlo, luego el "De Repente Chávez". Es decir el Gobierno tiene una estrategia comunicacional, que es un asunto medular de su gestión, pero al mismo tiempo tiene la capacidad de rectificar".

Lucien no descarta que el "Noticiero de la Verdad" tenga un efecto bumerán, "porque este es un Presidente que no logra conexión con las personas, él está siendo una perfomance de imitación del Presidente fallecido, pero no tiene los recursos ni intelectuales ni discursivos ni histriónicos que había en el pasado y eso hace mella".

A su juicio el nuevo formato "se inscribe dentro de una estrategia que he llamado el cerco rojo a la libertad de expresión que busca silenciar de alguna manera los medios de comunicación, lo que se ha venido haciendo a través de un conjunto de prácticas como usar el Seniat en el caso de los medios radioeléctricos, con los impresos a través de toda la dificultad que tienen para conseguir papel, a través de la autocensura, colocando pautas de propaganda de Gobierno según los medios sean favorables o no, en todo ese contexto aparece el Noticiero de la verdad".

Para Cañizales "lo que uno avizora después del control que se ha logrado sobre la televisión es que el próximo capítulo de esta larga novela, en relación al cerco rojo de la libertad de expresión, como lo llama Lucien, tenga como objetivo los medios impresos".

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