julio 27, 2011

Casi normal
Carlos Oteyza


Se siente un cambio. El ambiente no es el mismo, si fuésemos en avión probablemente anunciarían que eltiempo se está despejando. 

Es un aire fresco que se nos cuela en la cotidianidad y nos la hace menos monótona, con menos imposiciones. Es una sensación de alivio, como si nos hubiésemos desabotonado el botón del cuello de la camisa. 

Definitivamente así se vive mejor, con menos tensión, y no es solamente porque la Vinotinto haya tomadotanto centimetraje o punteado en el twitter estos días, es que en verdad los temas de conversación se multiplican y fluyen. La cara de la gente en la calle es otra. 

Hay quienes van más lejos y aseguran que nos acercamos a la normalidad. Quién podría negar que ahora la vida es más apacible, menos atormentada. 

Y pensar que nos hemos aguantado esta imposición durante años, casi todos los días, como si estuviésemosen un país-cuartel, donde una sola autoridad dispone del micrófono sin que nada ni nadie la detenga. Ni lasleyes, ni las críticas. A cuenta de que se pueden monopolizar todos los medios radioeléctricos como si fuesen propios, como si no tuviese cada uno de ellos su propia función social. 

¿Cómo llega un país a tal imposición? ¿Qué nos ha pasado? ¿Qué nos ha impedido salir a protestar por elabuso? ¿El miedo, la resignación? Sí, tenemos que reconocerlo, la mayoría de los venezolanos estamos disfrutando más estos días. Estamos viviendo sin tener que soportar las cadenas. Cada uno ve u oye lo que desea, lo que le gusta y provoca sin ser interrumpido, maniatado. Las estaciones de radio y televisiónpueden, como es su derecho y deber, planificar su programación sin que se les imponga cualquierimprovisación por una o varias horas, una o varias veces al día. 

Y aunque parezca intrascendente, que no lo es, los invitados, anunciantes, productores, periodistas y locutores pueden, sin cadenas, hacer vida normal, cumplir con lo que se proponen pues no hay arbitrariedades. Y los ciudadanos también lo disfrutamos, como en cualquier otro país. A manera de ejemplo, recuerdo un comentario de un funcionario de la embajada de Francia, que nos señalaba que en su país fue el Presidente François Mitterrand, por los años 80, quien se atrevió a utilizar los medios radio y televisión  para dirigirse a los franceses. Y lo impuso como tradición: cada 31 de diciembre, a las 10 de lanoche, durante unos 15 minutos habla el presidente, es un saludo a la nación. 

Tradición que aún se mantiene. Y aunque todos los medios están invitados a la cita, no están obligados aretransmitirlo. 

Sí, los venezolanos estamos respirando mejores tiempos, como debe ser, sin imposiciones absurdas, sincadenas que reducen, achican. ¿Será verdad que estamos volviendo a ser un país casi normal, un país sin cadenas?
Diario Tal Cual, 27 de julio de 2010

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