julio 08, 2011

¿ “Fidel está al mando” ?

Óscar Lucien

Ni una sola letra de esta columna tiene relación con Hugo Chávez, ciudadano, común mortal como todos, quien merece consideración en su delicada enfermedad. Esta reflexión se centra en Hugo Chávez político, presidente de Venezuela, a partir de su alocución en la ciudad de La Habana el pasado 30 de junio, de sus declaraciones al programa cubano “Mesa redonda” el primero de julio y de sus sucesivas intervenciones luego de su sorpresivo regreso a Venezuela en la madrugada del 4 de julio.
1.Lo más notorio y grave de la alocución de Chávez es su manifiesta sumisión al dictador Castro y al interesado entorno económico e ideológico-político que prevalece en la isla. Muchas interrogantes surgen de su patética confesión de que es Fidel Castro quien le descubre la enfermedad, quien lo obliga a la pesquisa médica, quien, al final, le comunica la presencia de células cancerígenas en su organismo. ¿Es sana, psicológicamente, esta dependencia con Castro? ¿Por qué los médicos no hablaron directamente con el paciente? ¿Por qué no con alguno de sus familiares próximos? ¿Por qué no se presentó un parte médico oficial sobre el verdadero estado de la salud presidencial? ¿Dependemos del arbitrio del anciano dictador quien en definitiva tiene su propia agenda: el petróleo y presupuesto de los venezolanos?
“Si no es por Fidel, quién sabe en que laberinto estaría yo hoy” reconoce el presidente Chávez al reiterar que “Fidel mismo vino a darme la noticia. Vino aquí con todo el plan. Hay que hacerlo ya. Fidel está al mando” confirmó. ¿Controló Fidel también el cerco informativo que padecimos los venezolanos? ¿Acaso no se notan las similitudes con el “guión” aplicado con la enfermedad del omnisciente y omnipresente Castro? ¿Y la soberanía que tanto reclama el Jefe del Estado?
Mientras “Fidel está al mando”,  los ciudadanos venezolanos carecíamos de información veraz y oportuna; más bien se nos mentía descaradamente como es fácil deducir armando el rompecabezas de las informaciones parciales que ha ido confesando el presidente Chávez y las mentiras, medias verdades y contradicciones de los voceros oficiales. Vale la pena citar por el fino humor e inteligencia con que se ilustra el dispositivo manipulador, el enfoque del portal digital “El Chiguire bipolar: “El rumor de que el presidente estaba sano fue difundido de manera irresponsable por los medios adversos al gobierno. Ya estamos abriendo procedimientos en contra de estas empresas, quienes haciendo uso arbitrario de su sintonía inyectan veneno en el pueblo. Era claro que el Presidente Chávez estaba enfermo, la carencia de un comunicado del parte médico es la mayor prueba de eso”.
Sin embargo, tan frágil ha resultado el dispositivo montado que aún hoy existen venezolanos que dudan de la veracidad de esa enfermedad y creen que todo es parte de un montaje, de una simulación con propósitos electorales, montaje en el cual, efectivamente, “Fidel está al mando”.
2 Por otro lado, las loas de Chávez al sistema de salud cubano, sus panegíricos a los hospitales y médicos cubanos no pueden considerarse sino como un insulto para los venezolanos. Si es cierto cómo ha dicho el presidente Chávez, acompañado con el exaltado coro de los voceros del gobierno, que el mejor sitio donde pudo ocurrir el accidente presidencial ha sido La Habana, por su avanzado sistema de salud ¿no estamos ante un grotesco zarpazo a nuestra propia autoestima? ¿no es esto un reconocimiento al fracaso del sistema nacional de salud denunciado, entre otros, por Provea; no explica esta declaración el hecho de que más de 30 mil jóvenes venezolanos graduados de médicos abandonen el país. ¿Dónde quedamos los pobres mortales que no gozamos del fuero presidencial ni disponemos de recursos económicos para buscar asistencia médica fuera del país que no las niega?
3. Los eventos sucesivos a la alocución de La Habana, el madrugonazo en Maiquetía, el feriado, su saludo en el Palacio presidencial, y otras apariciones públicas del jefe del Estado, empiezan a dejar claro que estamos ante un grotesco proceso de desinformación-manipulación para provecho político del partido del gobierno de turno. Liderados por el propio mandatario, quien ha reconocido ser el responsable de todo el manejo comunicacional (¿Fidel está al mando?), desde el gobierno se busca chantajear a la oposición política con consideraciones relativas a la enfermedad del presidente Chávez, a su condición humana cuando sabemos que tales miramientos no privan en los casos de la jueza Afiuni, ni de los comisarios Simonovics y Forero para sólo citar los casos mas notorios de presos políticos impedidos de recibir oportuna asistencia médica.
Suscribimos la declaración de R.G. Aveledo, vocero de la unidad nacional, “No se puede combinar la ideología con la medicina, ni la salud con la política”

@olucien
El Nacional, 8 de julio de 2011

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