Opinión | 18/02/2015

Otra jornada más

No se tiene ahora ninguna certeza de cuándo ni dónde se podrá publicar las nuevas Coordenadas que elaboren. El estado de ánimo este que no obedece, como sensatamente podría pensarse, al cese de inminente de la publicación diaria de nuestro periódico, acordada por nuestra administración para el próximo 27 de febrero

OSWALDO BARRETO

Estoy elaborando estas Coordenadas con la certeza de que serán publicadas en TalCual, pero no tengo ahora ninguna certeza de cuándo ni dónde podré publicar las nuevas Coordenadas que elabore. Estado de ánimo este que no obedece, como sensatamente podría pensarse, al cese de inminente de la publicación diaria de nuestro periódico, acordada por nuestra administración para el próximo 27 de febrero.

No, exactamente ese era también mi estado de ánimo cuando le plantee a nuestro director, Teodoro Petkoff, mi decisión de sustituir la publicación que diariamente venía haciendo en el periódico desde su fundación por dos columnas distintas, una que se ajustaría en torno a los 2000 caracteres, "Balanza de palabra" , y otra, "Coordenadas" donde, entre 6.000 y 8000 caracteres, me ocuparía de una problemática distinta de la que solía ocuparme en "Pórtico", mi columna diaria .

Tenía ya entonces la certeza de que Chávez había escogido una forma de gobernar en la cual ningún derecho ni libertad estaba asegurado a los venezolanos. Pensaba y sentía, como ahora pienso y siento, que el jefe del gobierno se consideraba autorizado para coartar o impedir no importa qué acción o forma de vivir de cualquier ciudadano o grupo de ciudadanos Pero entonces, como igualmente pensaba y sentía que no podría vivir sin combatir tal forma de gobierno, decidí expresar mis convicciones donde dignamente se pudiera.

Esta concepción de lo que estábamos viviendo ­que era la de nuestro director y la de cuantos veníamos acompañándolo desde que él había resuelto continuar su política de defensa de la democracia y condena de todo tipo de autoritarismo desde las trincheras del periodismo independiente (independiente de los poderes públicos, y del capital), la que nos llevó a crear la nueva columna.

EL GIRO DE HUGO CHÁVEZ AL TOTALITARISMO
Ahora, cuando se cierne sobre nuestra modesta columna estas amenazas de desaparición y muerte, estimamos necesario recordar que desde el mismo momento en que nació tales amenazas estaban presentes.

Y recordar que la hemos venido elaborando a lo largo de más de seis años, no para hacer de ella "un calidoscopio de nuestros estados de alma", sino para reflejar y tratar de analizar la singular situación socio histórica a la que nos ha ido arrastrando ­a todos y cada uno de los habitantes de este país­ el manifiesto giro de Chávez en procura de establecer aquí y ahora un régimen totalitario.

Nació Coordenadas, repetimos, con ánimo de responder al giro que emprendió Hugo Chávez en su forma de gobernar. Giro cuya realización es producto de una sucesión de hechos que se inició con el triunfo de Chávez en las elecciones presidenciales para el periodo de 2006-2013. Luego de este triunfe se dieron otros hechos: creación de un Partido único dentro de las fuerzas de sus seguidores: el PSUV.

Luego: enero 2007, anuncio, con ocasión de la juramentación, de la estatización de todas aquellas industrias y servicios de la nación que hubieran sido privatizados; 27 de mayo 2007, Clausura de RCTV; 15 de agosto, propuesta de reformar la Constitución para permitir la reelección indefinida, 2 de diciembre de 2007 50% del Electorado dice No" a la reelección indefinida.

Es en esas condiciones, aparentemente desfavorables, que Chávez emprende a lo largo del año 2008 su conversión definitiva y manifiesta en un dictador absoluto con miras a la construcción de un poder totalitario.

De lo que esa lucha le planteaba a todos los defensores de la democracia y enemigos del totalitarismo, especialmente al equipo de TalCual, da cuenta "DEFINICION Y VIABILIDAD DEL NUEVO CHAVEZ", Coordenadas de 10 de noviembre de 2008, donde se plantea el rumbo del gobierno de Hugo Chávez, basado, según su propia apreciación en tres pilares:

1) el PUEBLO que, según él, secundababa en sus propósitos dictatoriales.

2) el EJERCITO (fuerza Armada Nacional) que le era incondicional (a él en persona, no al presidente de la nación) 

3) el PETROLEO, que producía entradas en divisas al país como nunca y cuyo control estaba en sus manos exclusivamente.

Esos tres pilares que rápidamente fueron conocidos como los poderes de Las tres P: Pueblo, Plomo y PLATA, habrían de permitirle mantenerse en el poder, asi hubiera logrado ya, por otra parte, la destrucción del aparato productivo del país y la negación efectiva de la soberanía nacional (asuntos estos que no podemos analizar aquí, pero que han estado siempre presentes en nuestras páginas y en las de los periódicos independientes que nos quedan) tratado en conjunto en de la soberanía nacional.

Hoy nos encontramos en el decisivo plan político, ante la misma arbitraria voluntad de poner en práctica el totalitarismo, pero con aquellos poderes considerablemente menguados.

Y, al lado de esta herencia, fielmente recogida por quienes nos gobiernan, nos hallamos ante con una situación económica que va a la catástrofe y una general carencia de garantías para el ejercicio real de los derechos humanos y las libertades públicasSi ayer, no pudieron llevarnos a pensar y sentir que estábamos condenados a sufrir el totalitarismo, ¿podrían lograrlo hoy?