mayo 07, 2011

Cadenas presidenciales son ilegítimas


Entrevista de Dhameliz Díaz a Óscar Lucien                                                                 en El Carabobeño

Como sociólogo e investigador de la comunicación, Oscar Lucien se ha convertido en un ciudadano activo. Y su compromiso lo compromete más cuando la data que arroja su trabajo revela "el plan sistemático para silenciar a los medios de comunicación social independientes". 

-Por allí viene la reforma de la Ley de Telecomunicaciones, parte de todo un dispositivo legal, para presionar a los medios radioeléctricos y someter a los impresos vía aprobación o no de pautas publicitarias, la falta de papel o demandas como las que afrontan El Nacional y Tal cual por fotos publicadas.

Incansable luchador por una comunicación libre y de los ciudadanos desde antes que el país fuera dividido en IV y V República, cuestionó más de una vez el manejo de los medios de comunicación en manos del Estado. Es imposible que ahora, se quede inmóvil al borde del camino mientras que el Comandante Presidente de la República sumó dos mil 125 trasmisiones encadenando al país a sus discursos, hasta 2010.

-Cuando ocurren las cadenas es como si se produjera un cierre efectivo de los medios de comunicación, porque durante ese tiempo, no pueden continuar con la programación regular para imponer una ideología, un pensamiento único y un solo tipo de opinión. La lógica del usuario es apagar el aparato o se van al cable. No existe ningún dispositivo legal ni Constitucional para las cadenas presidenciales: Son ilegítimas y violan los derechos a libertad de expresión y al de estar informados. Además ¿Cuál es el contenido de las cadenas? Ocupan el tiempo para hacer proselitismo político. La Comisión Electoral Europea demostró que en época electoral aumentan el número, frecuencia y duración de las cadenas presidenciales, creando desequilibrios en una campaña que debiera ser equitativa. Los ciudadanos debemos estar alertas.

Sin fatigarse, documentó los abusos contra la libertad de pensamiento en Venezuela partiendo desde el momento aquel cuando el mandatario nacional se juramentó con "la moribunda" Constitución el 2 de febrero de 1999 hasta 2010. Incluyó las agresiones directas e indirectas a periodistas en el cumplimiento de su trabajo y a medios de comunicación para armar su libro Cerco Rojo a la Libertad de Expresión, ya en circulación.

-He querido mostrar cómo los atentados a la libertad de expresión no son hechos aislados, sino que corresponden a un cerco muy bien montado para alcanzar la hegemonía comunicacional. Cuando vemos cómo se agrede a los periodistas- van mil 689 agresiones a la prensa desde 2002 hasta lo que va de 2011, según Espacio Público- o una comisión del Seniat irrumpe abruptamente en un medio de comunicación o un entrevistado puede ser enjuiciado penalmente por opinar en un programa de televisión queda evidenciado un plan sistemático para alcanzarla, porque el modelo político en desarrollo es incompatible con la existencia de medios independientes.

Empeñado en la prohibición de olvidar el 11 de abril de 2002, se juntó con otros para fundar la ONG Ciudadanía Activa, "Ahora que hay un desierto de espacios de opinión". (En estricto sentido fue para no olvidar el 23 de enero de 1958, frente a la pretensión de Hugo Chávez de imponernos el 4 de febrero, fecha de un golpe de estado fallido, como una fecha patria {Nota del web master})

-El ejercicio del periodismo exige de un comunicador consciente de su responsabilidad de intermediación entre los acontecimientos y los ciudadanos. Sin tutela del Gobierno o corporación mediática. El papel crucial de los medios de comunicación es ser intermediarios, lo cual no significa que no tengan posición política, pero con una clara distinción entre lo que es la línea editorial y los compromisos de cobertura informativa que debe ser consecuente con la diversidad de opiniones políticas en el país.

Punto y seguido

-¿Qué hacer más allá de registrar las amenazas a periodistas y ataques a los medios de comunicación, para enfrentar la hegemonía comunicacional que impone una sola versión del hecho informativo?

-Gracias al compromiso con la libertad de expresión de diarios como El Carabobeño es que todavía queda oxígeno para la democracia. Los medios están siendo acosados a través de diversas estrategias, pero hay dos que quiero hacer relevantes: El uso discrecional y coercitivo de la pauta de propaganda gubernamental que se usa para premiar a los medios que se doblegan a la política oficial o castigar a los que tienen línea editorial independiente y la autocensura. La persecución y el acoso están propiciando que muchos medios se inhiban de publicar, que los periodistas limiten sus investigaciones y los que acuden a los programas o consultan en la calle sobre determinado tema se cohíban de expresar todo lo que saben. Esto es un golpe silente, certero, contra la libertad de expresión porque la autocensura no deja ninguna huella. Hay dueños de medios de comunicación que confían que si guardan silencio se mantendrán con vida, pero la historia ha demostrado que en los regímenes totalitarios es cuestión de tiempo sacarlos del juego ¿Cómo defenderse? Con el compromiso con los valores esenciales establecidos en la Constitución como la libertad de pensamiento, recoger las expresiones de la diversidad política, jugando ese rol de intermediación con los ciudadanos que le corresponde a los medios y documentando toda agresión por pequeña que sea y denunciándola ante los organismos judiciales por más desconfianza que se les tenga, porque tendrá mucho valor ante las instancias nacionales e internacionales esa especie de expediente.

-El Presidente en una de sus cadenas pidió utilizar los medios de comunicación "alternativos" para la agitación política y la propaganda o promoción de la obra de Gobierno. ¿Eso es informar?

-El otro derecho en juego es el derecho a la información. El presidente Chávez ha tergiversado la misión de servicio público de los medios de comunicación, una aspiración muy sentida del sector académico de contar con un servicio público de radio y televisión garante de una programación de calidad, líneas informativas independientes que junto a los medios del sector privado ofrecieran contenidos con mayor diversidad de visiones y ángulos del acontecer político, social y económico del país. Pero lo confundió con hegemonía comunicacional, disponer de medios de comunicación para la propaganda política y la agitación. Los medios que hoy forman parte del Sistema Nacional de Comunicación, a mi modo de ver son para descalificar al adversario político, desacreditarlo utilizando un lenguaje escatológico, hacer propaganda y donde son totalmente excluidos los que no profesen el credo de la revolución bolivariana.

-¿Cómo analiza la cerrazón de las fuentes oficiales y del acceso a los periodistas de medios de comunicación privados para cubrir eventos de particular importancia informativa? ¿Cuáles son las repercusiones de encasillar a los medios en la polarización política que sacude al país?

-Eso es muy delicado porque la polarización es parte de una estrategia política oficial que divide el país en dos: en buenos y malos, quienes tienen la verdad y quienes mienten. Y justamente cuando un funcionario le niega a un periodista la información o le impide el ejercicio periodístico está violando la Constitución. Quiero poner de relieve que la libertad de expresión y el derecho de información son universales, no exclusivo de los periodistas así que todos tienen que defenderlos. Impedir el acceso a los periodistas al salón de sesiones de la Asamblea Nacional, es una exclusión perversa y condenar a la visión sesgada que ofrece el canal oficial. Estimo que los parlamentarios deberían ser más combativos para impedir esta limitación a la información. Todo esto forma parte de un cerco a la libertad de expresión, un plan sistemático para coartarla porque los medios de comunicación libres e independientes son obstáculos para imponer el totalitarismo.

-¿Estamos inmersos en una guerra comunicacional o guerra de IV generación?

-Digamos que sí en términos que este es un gobierno militarista, que tiene un lenguaje cuartelario, de guerra y confrontación, no de acuerdo ni diálogo calificativos propios de la democracia.

Armas de agitación política

Distintos voceros del Gobierno han rechazado la acusación de que son violadores de la libertad de expresión, porque todavía circulan medios manipuladores y programas donde vocifera la oposición

-Es lo que identifico en mi libro como chantaje, según el discurso oficial no hay periodistas presos ni han cerrado medios de comunicación, pero sin duda hay condicionamientos que no permiten el ejercicio pleno de esa libertad. El caso del general Francisco Usón es un ejemplo, fue puesto preso cinco años por explicar en un programa de opinión cómo funciona un arma de guerra a propósito del incidente en un cuartel. Cuando ocurre que una persona es enjuiciada, condenada o sometida a régimen de presentación o tiene prohibición de salida al país por haber declarado, en la mayoría de los casos por Globovisión, uno tiene elementos suficientes para asegurar que hay ataques a la libertad de expresión.


Entrevista:Dhameliz Díaz 
ddiaz@el-carabobeno.com 

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